Los repetidos ataques terroristas golpean al turismo en Turquía

La policía turca en el aeropuerto internacional de Atatürk, en Estambul.
La policía turca en el aeropuerto internacional de Atatürk, en Estambul.
SEDAT SUNA - EFE
La policía turca en el aeropuerto internacional de Atatürk, en Estambul.

Los grandes monumentos y edificios que alberga el corazón de Estambul suponen un impresionante reclamo turístico para visitantes de todo el mundo. Sin embargo, la gran masa de extranjeros que habituaban a recorrer sus calles se ha ido reduciendo en un año negro para Turquía, con decenas de atentados.

Hasta entonces un destino habitual para los europeos y, en concreto, los españoles, los turistas han optado en los últimos meses por viajar a otras regiones más seguras. Así, el número de viajeros que parten desde España a Turquía experimentó una caída del 55% en 2016 respecto al año anterior, según datos de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).

"La caída siempre ha coincidido con actos terroristas", explica Rafael Gallego, presidente de CEAV. "Los turistas españoles han buscado otras alternativas, como Marruecos".

Por su parte, la Unión Nacional de Agencias de Viajes (UNAV) cifra el descenso de las ventas entre un 15% y 20% en 2016, en comparación con el año anterior.

El desplome se puede agravar por el ataque de este domingo en una discoteca en Estambul durante la festividad de Nochevieja, que ha provacado 39 muertos de los que al menos 24 son extranjeros. “Lo que ha venido a rematar esta situación ha sido este atentado”, añade Gallego.

Aparte de un número elevado de atentados en el país, la situación se complica para el sector turístico debido a que gran parte de ellos atacan directamente a los zonas más concurridas por extranjeros. En enero, un atentado suicida golpeó la plaza turística Sultanahmet y causó 10 muertos, de los que 9 eran alemanes. Tan solo dos meses después, otro suicida se explotó en una de las principales arterias comerciales de Estambul, en la avenida Istiklal, y mató a cuatro visitantes procedentes de Israel e Irán.

Sin embargo, uno de los golpes más duros para la industria ha sido el atentado contra el aeropuerto Atatürk en junio, con 47 muertos y más de 200 heridos. "Fue lo que más cancelaciones produjo porque era un atentado concreto contra el turismo", afirma Gallego.

A los ataques turísticos se suma los llevados a cabo en zonas menos representativas internacionalmente. El país tiene que hacer frente a la violencia del Estado Islámico y también a la ejercida por el grupo insurgente Halcones de la Libertad Kurdistán (TAK) y del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).

A todo ello se une la inestabilidad política del país. El fallido golpe de Estado del 15 de julio dejó casi 300 muertos y más de 6.000 detenidos.

Previones pesimistas para el 2017

"El primer atentado se controla, es el caso concreto de París o Alemania que se recuperan totalmente, pero aquí hay una reincidencia total", explica José Luis Méndez, gerente de UNAV. "La gente ve varios destinos y una de las cosas que más mira es la seguridad".

Por ello, las expectativas del sector no son buenas. Méndez señala que, pese a que el personal hostelero se está volcando, se espera que "se mantenga a la baja". "No te pueden garantizar que [el conflicto] no siga perdurando en el tiempo".

Gallego coincide. "Si la situación se normaliza la confianza se puede recuperar en un mes o mes y medio", explica. "Si siguen los atentados, es imposible que se normalice".

Antes del ataque contra el aeropuerto de Estambul y del intento de golpe de Estado, el Ministerio de Turismo de Turquía ya dio a conocer un desplome en el número de visitantes. Según sus datos, los turistas extranjeros que visitaron el país durante junio de 2016 descendió un 40% respecto al mismo mes del año anterior, lo que supone la mayor caída en los últimos 22 años.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento