La organización destinará la recaudación del baratillo a proyectos sociales en Mallorca y países necesitados. El parque se encuentra
situado junto a las calles Martí Boneo y Josep Socías i Gradolí. Esta nueva edición estaba prevista para el sábado pasado, si bien la lluvia impidió finalmente que se llevara a cabo.
El año pasado se recaudaron 13.740 euros, de los que 7.000 se destinaron a talleres de cocina organizados por Cáritas; 1.500 a una escuela para niños de un basurero de Trujillo (Péru), regentada por las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia; 2.000 a un fondo dirigido a atender a futuros refugiados que lleguen a Mallorca y el resto a ayuda social de la Parroquia de Sant Pau, alimentos y otras necesidades básicas.
El rastrillo, cuyos artículos a la venta son donados a lo largo de todo el año por multitud de colaboradores anónimos, contará con un servicio de bar y, a mediodía, se servirá una paella, para la que hay que adquirir con antelación un ticket de ayuda por 10 euros los adultos y 5 euros los niños.
Durante la mañana también se podrán degustar churros recién hechos. El parque será escenario a lo largo de la jornada de un encuentro de pintores.
El Rastrillo de Son Dameto es posible gracias a la ayuda de más de cien voluntarios que colaboran en su materialización el día de la venta así como a un grupo de colaboradores que durante todo el año seleccionan y ordenan los objetos donados por ciudadanos de toda Mallorca.
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