La derecha de Chile arrebató municipios emblemáticos a la coalición de centroizquierda Nueva Mayoría, aunque en Valparaíso el movimiento fue el contrario, un candidato surgido de unas primarias ciudadanas dio la sorpresa al arrebatarle la alcaldía a la derecha.

Las alcaldías de Santiago Centro, Providencia y Maipú, comunas situadas en la región Metropolitana del Gran Santiago, pasan a manos de la oposición derechista, que retiene además las de Las Condes, Vitacura, Viña del Mar, Temuco y Ñuñoa, entre otras.

La Nueva Mayoría, coalición que actualmente gobierna Chile, conserva la ciudad de Concepción, la segunda más importante del país, mientras que la derecha pierde Valparaíso, que pasa a ser gobernada por el candidato del partido izquierdista Revolución Democrática, Jorge Sharp. Su "candidatura ciudadana" fue apoyada por Gabriel Boric, un exdirigente estudiantil famoso por propuestas como la de bajar el salario de los diputados a la mitad.

La exministra de Salud Helia Molina, quien se presentaba a la alcaldía del municipio santiaguino de Ñuñoa por la coalición gobernante, reconoció su derrota y afirmó que se trata de un voto de castigo al Ejecutivo de Michelle Bachelet. "Creo que -de alguna manera- hay un castigo al Gobierno de la Nueva Mayoría. Hay un juicio público", declaró Molina, quien agregó que "cuando hay mucha abstención, la derecha sale favorecida".

Por su parte, la presidenta Bachelet, hizo una profunda autocrítica y advirtió de que la fortaleza de la democracia en este país "está afectada".

Una de las mayores sorpresas se dio en la ciudad portuaria de Valaparaíso, donde el independiente Jorge Esteban Sharp, próximo al partido izquierdista Revolución Democrática, se impuso a los candidatos de las dos coaliciones mayoritarias.

"Se acabó el duopolio, la corrupción, la injusticia y las malas prácticas (...) Irrumpe hoy una nueva fuerza política de ciudadanos que nos hemos atrevido a recuperar la dignidad de nuestro país", dijo.

Las elecciones municipales de este domingo, la cuarta cita con las urnas en la que el voto es voluntario, se han celebrado en medio de la controversia por un error en el censo electoral que puede haber afectado a decenas de miles de votantes y una alta abstención.

La participación en estos comicios locales -que han estado precedidos por un considerable error en el padrón electoral- se sitúa en torno al 35 %, bastante por debajo de los anteriores, celebrados en 2012, cuando votó el 43 por ciento de los electores.

También la alcaldesa del municipio santiaguino de Providencia, Josefa Errázuriz, dirigente del movimiento vecinal perteneciente a la Nueva Mayoría, atribuyó parte de su derrota a factores externos.

Errázuriz -derrotada por quien fue candidata presidencial de la derecha en 2014, Evelyn Matthei- hizo un llamamiento a la unidad y advirtió a la alcaldesa electa de que fiscalizará "con fuerza" su acción de gobierno, además de atribuir parte de la derrota a factores que nada tiene que ver con la política municipal.

"Me da una profunda pena que los problemas del padrón (electoral) y algunos problemas pendientes del país nos hayan pasado la cuenta", argumentó.

En alusión a la baja participación, la presidenta Bachelet consideró que es necesario llevar a cabo cuanto antes algunas modificaciones para evitar situaciones como las vividas en esta jornada electoral.

"Debemos hacer más. Debemos perfeccionar nuestro sistema electoral y esto debemos hacerlo en el mas breve plazo, pensando en las parlamentarias y presidenciales del próximo año", concluyó la mandataria.

"Hemos tenido debilidades en algunas comunas y como coalición, a veces hemos mostrado más división que unidad en torno a los temas que de verdad importan a los ciudadanos", reconoció Bachelet en una declaración hecha desde el palacio de La Moneda.

"El mensaje de advertencia que hoy nos han dado no es un llamado al desaliento; es un llamado a hacer mejor las cosas. Tenemos que hacer mejor las cosas. Es lo que nos están pidiendo los ciudadanos", dijo Bachelet, quien censuró algunos vicios del oficialismo.

"Es claro también que como coalición tenemos que deponer los personalismos y los cálculos de corto plazo y unirnos para reconquistar el más amplio apoyo ciudadano", consideró.

La presidenta también realizó un llamado de atención sobre la baja participación (en torno al 35 %) registrada en estos comicios, los cuartos que se celebran en Chile desde que la ley electoral fue reformada para establecer el voto voluntario.

"Hay un mensaje muy serio que debe ser escuchado, y no sólo por nosotros, sino por todos los líderes políticos del país y también por los ciudadanos. Me refiero a la abstención", señaló la gobernante antes de aludir a los casos de corrupción que salpican la política chilena.

"En Chile hemos sido sacudidos por el conocimiento de malas prácticas por parte de líderes políticos, sociales y empresariales, así como por la incapacidad de algunas instituciones para responder con eficacia a las demandas ciudadanas". "Y eso ha distanciado a las personas de las instituciones democráticas", reconoció.

"Es una molestia, un malestar por la falta de probidad, por la falta de renovación de los liderazgos y por la pobreza de las ideas que se proponen al país. Un malestar que crece".

"La fortaleza de nuestra democracia está afectada. Los que tenemos puestos de liderazgo tenemos que preguntarnos si estamos ofreciendo respuestas. Los ciudadanos por su parte, tiene que reconocer que la participación es el camino", continuó diciendo la presidenta.