Moha Gerehou es periodista y presidente de SOS Racismo Madrid. Hace algunas semanas su nombre saltó a la palestra por las continuas amenazas recibidas en Twitter, donde incluso llegaron a subastarlo tachándole de esclavo. El juez consideró que se trataba de un delito de calumnias, aunque posteriormente rectificó.  20minutos ha hablado con él para conocer de primera manos sus impresiones sobre este y otros asuntos, como el reciente caso del CIE de Aluche. 

¿Qué es SOS Racismo?

SOS Racismo es una organización que nació en 1992 y tiene por objetivo acabar con el racismo y la xenofobia en el Estado Español. Se divide en diferentes organizaciones autónomas que trabajan conjuntamente como una red.

¿Cómo ha evolucionado el racismo en España desde que se creó la organización?

SOS Racismo se creó a raíz del asesinato de Lucrecia Pérez (fue el primer homicidio reconocido como un delito de odio) y lo que hemos observado desde entonces es que hay racismo a nivel social y a nivel institucional, por tanto son los dos ámbitos donde nosotros trabajamos.

También es preocupante el creciente endurecimiento del discurso político, así como la creación de organizaciones sociales como Hogar Social Madrid.

La diferencia entre personas que sufren racismo y las que lo denuncian es abismal, de hecho, solo un 10% lo hace, ¿por qué diría que es? 

No denuncian porque no hay mecanismos efectivos ni herramientas adecuadas. Además, perciben a la policía de manera hostil por las veces que les han parado por la calle simplemente por su color de piel.

¿Cómo es el sistema judicial español en casos de racismo?

Aún queda mucho por avanzar, en lo judicial existe un vacío enorme. Se trata como un conflicto entre vecinos y en realidad hay mucho odio detrás. Si no se empieza a atajar va a parecer que ser racista en España sale gratis.

¿Cree que el racismo evolucionará positivamente?

Sí, pero necesitamos trabajar mucho más en ello. La sociedad está concienciada pero a nivel institucional necesitamos más herramientas. En España tenemos el caso de la violencia machista, donde se ha hecho una gran labor de sensibilización. En casos de racismo y xenofobia no hay labor de sensibilización ni lucha. Creemos que las instituciones se tienen que poner las pilas para que la gente que sufra discriminación pueda ir a denunciarlo.

Ha recibido muchísimas amenazas por Twitter y hasta le han llegado a subastar. Lo denunció y ¿cuál fue la respuesta?

He vivido dos casos: uno por subasta y otro por amenazas. Respecto a lo primero, consideraron que no era un delito de odio sino de calumnia, y actualmente lo han reabierto añadiendo el agravante de incitación de odio. Y el tema de las amenazas lo están investigando ahora. Estamos esperando a que Twitter de los nombres y así puedan invesigarlo.

De todas formas, lo más alarmante que nos hemos encontrado es que no se informó a la fiscalía de delito de odio, lo que demuestra que las herrramietnas no son suficientes para hacer frente a este tipo de casos, necesitamos más herramientas.

¿Cree que el anonimato que proporcionan las redes sociales agrava el problema de las amenazas e insultos?

El anonimato tiene dos vertientes: una negativa y otra positiva. Lo negativo es que algunas personas se sienten más seguras desde un pseudónimo y los energúmenos aprovechan para dar rienda suelta a su odio. Lo positivo es que es una forma de visibilizar la realidad, porque hay muchas personas que piensan así y gracias a las redes sociales lo sabemos, lo que nos ayuda a enfocar el problema.

¿España trata a todos los inmigrantes por igual?

Si te fijas en la frontera de Melilla vemos como a las personas sirias se les considera sistemáticamente refugiados pero a las personas negras muchas veces no se les da la opción. Nosotros reivindicamos que todas las personas puedan solicitar asilo.

¿Qué ha sucedido en el CIE de Aluche?

Lo que sucedió es que un grupo de personas, en un acto que nosotros consideramos de valentía, se subieron a la azotea para denunciar la situación actual y exigir sus derechos fundamentales. El tema es que a esas personas se las ha encerrado ahí por una falta administrativa, no por haber cometido un delito.

Realmente, nosotros lo que más temíamos era que la policía ejerciera represión y, según nos han contado varios internos, lo han hecho. Desde SOS Racismo lo hemos denunciado y esperamos obtener dos resultados: el primero, que no se deporte a estas personas y segundo, que a estos agentes de policía se les juzge y paguen.

¿Cuál es la situación actual en Aluche?

Algunos internos se pusieron en huelga de hambre para protestar por la situación de violación de derechos, pero la han dejado provisionalmente hasta que el juez que controla el CIE pueda investigar qué pasó. Estamos bastante expectantes en cuanto al futuro de la situación, porque lo que hemos constatado es que cuando un interno denuncia, es deportado antes que una persona que no lo hace.

¿El CIE de Aluche es un Guántamo español?

Totalmente. Ahí dentro se violan todos los derechos humanos. Se ha instado a España muchas veces para que cierre estos centros. Se han documentado agresiones físicas y psíquicas. Las condiciones son insalubres: hace dos años hubo un brote de sarna, la comida es de hace días.. No se cumplen ni los derechos humanos ni las garantías mínimas que sí se cumplen en una cárcel.