Lo ha pasado mal y no lo esconde, todo lo contrario: lo cuenta en su último disco. Separación de su mujer y madre de su hijo, de poco más de dos años, se desnuda Shotta sin pudor ni temor, igual que durante la entrevista. Y además se siente muy satisfecho de haberlo hecho. El título, claro: Para mi gente (Boa).

¿Imponía mucho tras el anterior disco hacer uno tan distinto?

Te lo planteas cuando lo estás escribiendo, es difícil no acordarte del anterior, pero estaba tan metido en mis paranoias y en lo que me estaba pasando estos dos años que me ha dado igual. Estaba triste, me estaban pasando cosas muy chungas.

¿No le ha dado miedo contarlo?

No, ninguno, está todo ahí.

¿Puede escucharlo?

No me apetece, pero sí lo hago.

¿Es el más catártico y puede que por ello algún día se arrepienta?

Sí, es el más catártico. Lo que me preocupa es que igual mañana mi niño se lo tome mal. El resto me da igual, la gente que me importa me conoce y saben cómo soy, y soy buena persona. Lo que está en el disco es mi vida y es mi forma de expresarme y es lo que me pasa, que le puede pasar a cualquiera, una ruptura, una adicción al alcohol o a alguna cosa más fuerte, pero nada que no le pueda pasar a alguien.  Llevo mi vida bien. Mi hijo me preocupa, va a cumplir tres años, pero no creo, porque lo quiero mucho y lo trato muy bien.

¿Qué le contará cuando crezca?

Le contaré la verdad, la vida que he llevado. Igual le sirve.

¿La peor paranoia en estos dos años?

Lo peor que me ha pasado ha sido la ruptura con la madre de mi niño. El transcurso hasta que se rompe, porque luego, cuando lo haces, ves que no es tan difícil, pero mientras estás ahí es una paranoia. Y lo llevamos muy bien, me deja verlo todas las semanas.

También hay amor en el disco, en Tú sobre todo, y con esperanza...

Sí, ahí ya estaba saliendo de la paranoia y es la última canción que he escrito.

¿Cómo le ha cambiado este tiempo?

Musicalmente me importa menos el fracaso que antes, aunque siempre he hecho lo que he querido, pero ahora no me ha importado nada porque estaba tan hundido que me daba igual y no podía ser tan falso como para escribir de alegría. Y me habría ido mejor seguro.  Podía haber forzado, pero eso no es auténtico.

Personalmente, ¿qué ha aprendido estos dos años?

Que pocas cosas son para siempre, el amor seguro que no lo es. Aunque bueno, ahora estoy bien que estoy con una gallega y estoy guay.

¿Qué adicción le diría a su hijo que evitara por encima de cualquier otra?

Alcohol y cocaína, eso es lo peor que hay, y es lo que le diría a mi hijo que evitara. Hay drogas peores, pero estas están tan socializadas... Como es tan fácil... Luego no legalizan los porros que es mucho mejor que lo otro. De todo modos está complicado porque todos beben.

¿Puede su música ayudar, aliviar?

Contando mi historia, pero tienen que vivirlo.

Y salir de eso..., ¿cómo es?

No sé, yo no he salido, sigo bebiendo, sigo teniendo un poco de problema con el alcohol, ya no me meto esos desfases, pero el alcoholismo de fin de semana, somos muchos alcohólicos de fin de semana que no lo sabemos.

¿Hay mucho rap de 'fin de semana', turista?

Sí, pero hay buenos. Quiero pensar que sí. Está demostrado que hay gente reventándolo todo y no salen en ningún lado. Es lamentable. Después te meten por los ojos a cualquier mindundi.

Si le digo trap, ¿qué me dice?

Subgénero. Y me mola el trap. Seguro que me va a influir. Seguramente lo haga. No tengo complejos con escribir lo que sea. Antes, sí.

¿Con qué?

Sólo quería rap oscuro, enfadado, duro. Ahora sólo en dos temas, no en todo el disco.

¿Le molesta la división entre raperos comerciales y raperos que no lo son?

Es cierto que los hay comerciales y vendehumos con sentimientos muy artificiales. Pero también hay que mirar más allá, por hablar de amor no eres comercial. A mí me dicen mucho que soy comercial, pero no es verdad. La gente a la mínima te dice que eres comercial.

¿Haría otro tipo de música?

Sí, pero tiene que brotarme esa pasión. El tema con Juanito Makandé, por ejemplo, es diferente. Me he hecho muy fan de él y  eso me da vida, no solo rap todo el día,  que llevo así 15 años, con rap todo el tiempo.

¿Qué escucha?

Metal, flamenco, salsa, reguetón... Hay reguetón bueno y malo como en el rap. La gente siempre piensa en el culo y eso, y hay mucho así pero otros hacen cosas muy guapas.

¿Sexismo en el rap?

Sí, claro, pero está en la persona, en el pop, metal, rock también lo hay.

¿Le sorprende que lo permitamos?

No, las redes lo acuchillan a la mínima.

Pero entra...

Entra porque hay libertad de expresión.

¿Se pone usted límites?

No hay límites.

¿Algún desliz sexista por su parte?

Claro, lo admito, he tenido deslices, desde la ignorancia.

Pocas mujeres en el rap, ¿por qué?

Las hay pero no salen a la luz. ¿Sabes la cantidad de tíos que no salen? Mira La Mala, se puede conseguir.

¿Les gusta más a ellos?

Sí, es que eso es así, aunque se nota que cada vez hay más niñas y escuchando música dura.

¿Su mayor orgullo?

Estar educando a mi hijo, tener un disco nuevo y una gira en febrero.