Un cohete de Space X ha explotado este jueves durante unas pruebas en su plataforma de lanzamiento en Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos. El aparato no estaba tripulado, y el suceso ha provocado una densa columna de humo que se podía apreciar desde varios kilómetros a la redonda.

Las pruebas eran de rutina de cara al lanzamiento, que estaba programado para el sábado.

La misión de la nave, la Falcon-9, era poner en órbita un satélite israelí, Amos-6, para proporcionar a Facebook banda ancha en África subsahariana.

La empresa estadounidense ha informado en un comunicado que hubo una "anomalía" en la plataforma que causó la caída del vehículo. "No había personal en la plataforma, así que nadie ha resultado herido", indica el texto.

Los cuerpos locales de emergencia han asegurado que no hay peligro para la población.

En junio de 2015, uno de estos cohetes explotó poco después de despegar.

La empresa estadounidense aeroespacial SpaceX está dirigida por el empresario Elon Musk, fundador de la compañía de vehículos eléctricos Tesla.

Desde Nigeria, donde se encuentra para impulsar varios proyectos sobre libre acceso a Internet, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se ha mostrado desilusionado tras el accidente.

"Me he sentido profundamente desilusionado al saber del accidente de SpaceX, que destruyó nuestro satélite, que hubiera proporcionado conectividad a tantos emprendedores y a cualquier usuario en África", ha escrito en un mensaje de su cuenta en la red social.

"Afortunadamente hemos desarrollado otras tecnologías, como Aquila, que también conectarán a la gente", ha agregado.