Neil Hanvey,de 36 años, es un gran fan de la saga de películas de Star Wars. El primer regalo que recuerda recibir de sus padres, según cuenta Hereford Times, fue una maqueta enorme del Halcón Milenario, la nave que conducía Han Solo en la trilogía original.
En el mes de abril, Neil se enteró de que le quedaban de 6 a 8 meses de vida, y pensó en que antes de morir tendría que ver el primer sping off de la saga, llamado Rogue One: Una historia de Star Wars.
Una de sus enfermeras en el hospital de St Michael decidió iniciar la campaña #roqueonewish para pedirle a los directivos detrás de la película que Hanvey pueda verla antes de su estreno. El vídeo en Facebook ha sido compartido más de 1.500 veces.
El actor Mark Hamill ( Luke Skywalker en las películas) ha compartido la iniciativa a través de su cuenta de Twitter, así que están a solo un paso de poder cumplir el último deseo de este gran seguidor de Star Wars.
No es la primera vez que alguien obtiene el permiso necesario para ver una película de la saga antes de su estreno. El enfermo terminal Daniel Fleetwood consiguió disfrutar con el episodio VII (El despertar de la fuerza) antes de fallecer debido al cáncer.
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