El proyecto se inició en 2014 y está previsto hasta agosto de 2019. Tiene un coste estimado total de 2.454.000 euros y una tasa de financiación de la Unión Europea del 49,75 por ciento, lo que supone una aportación máxima de 1.221.000 euros.

Los principales problemas a los que se dirige el citado proyecto, son, entre otros, la fuerte amenaza de la biodiversidad entre los dos espacios protegidos riparios de la Región: el Cañón de Almadenes y Sotos y los bosques de ribera de Cañaverosa, por la inexistencia de hábitat primigenio, que es sustituido por especies exóticas invasoras.

También se registran periódicos y recurrentes incendios junto al cauce, así como la presencia de contaminantes derivados de fitosanitarios y pesticidas de los cultivos agrícolas aledaños.

Debido a que la biodiversidad objeto de este proyecto habita la ripisilva (bosque de ribera o de galería) y, por tanto, depende totalmente de su existencia, la recuperación del bosque ripario es la mejor actuación de conservación recomendable para la consolidación de estas especies prioritarias y de todas las demás presentes, que constituyen la rica

biodiversidad fuertemente ligada a las masas de ripisilva aún existente en el área de actuación del proyecto.