La ola de calor remitirá a partir del miércoles pero el alivio no se notará hasta el fin de semana

  • 32 provincias están en alerta este martes, el que los termómetros descenderán por el noroeste pero seguirán en ascenso en el este peninsular y en áreas del sur.
  • El miércoles comenzará a remitir y las temperaturas más altas quedarán restringidas a los valles del Ebro y del Guadalquivir.
  • La AEMET prevé que hasta el fin de semana no se notará un cierto "alivio" y destaca que no es una ola de calor de récords.
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Varias personas ante un termómetro que marca 48 grados en una calle de Ourense este lunes 18 de julio.
Varias personas ante un termómetro que marca 48 grados en una calle de Ourense este lunes 18 de julio.
EFE/Brais Lorenzo
Varias personas ante un termómetro que marca 48 grados en una calle de Ourense este lunes 18 de julio.

La primera ola de calor del verano evolucionará desde este lunes y martes, cuando se esperan las temperaturas máximas y mínimas más altas, hasta el miércoles, cuando parece que se podrá dar por finalizado este episodio, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) que, prevé que, sin embargo, hasta el fin de semana no se notará un cierto "alivio".

El portavoz adjunto de la AEMET Ángel Alcázar ha explicado que este martes en Galicia y "buena parte del Cantábrico", menos en el País Vasco, podría cambiar la situación y notarse un cierto alivio, aunque aún quedará "calor residual" en el País Vasco, "más en el interior que en la costa". Además, ha dicho que el martes también resultará afectada por la ola de calor el valle del Ebro, Navarra y la parte más oriental de Andalucía y Cuenca, Albacete, Jaén e interior de Granada.

Este día, 19 de julio, comenzarán a descender los termómetros por el noroeste, mientras que en el este peninsular y en áreas del sur seguirán en ascenso, por lo que el máximo de temperaturas se desplazará al este y se podrán superar los 40 grados centígrados en áreas del sur y valle del Ebro, incluso los 42 grados centígrados en puntos de Andalucía y los 35 a 38 grados centígrados en el resto de la Península, Tenerife y Gran Canaria, salvo en el noroeste peninsular.

Ya el miércoles, Alcázar espera que las temperaturas más elevadas queden restringidas a los valles del Ebro y del Guadalquivir pero que seguirán los avisos de calor, ya de nivel amarillo.

 Respecto al jueves, ha indicado que ese día ya no quedarán avisos de riesgo importante (naranja) excepto en algún área restringida que comenzarán a surgir algunas nubes por el norte de la Península que no dejarán precipitaciones.

Alcázar ve que el fin de semana mantendrá el tiempo estable y que en el norte puede haber algo de nubosidad y "quizá con alguna precipitación débil y testimonial", de modo que será entonces cuando se experimente una "cierta sensación de alivio".

Esta ola de calor, según ha explicado se debe a la situación de bloqueo del anticiclón, que no se mueve, y que por tanto va calentando progresivamente la masa de aire que hay estacionada sobre la Península. Igualmente, ha señalado que estos días predominará la situación de estabilidad atmosférica, con aire muy seco, lo que unido a las largas horas de insolación, propias de estas fechas y la posterior entrada de aire de procedencia africana, dará lugar a que las temperaturas diurnas alcancen valores que superarán los umbrales del avisonaranja en diversas zonas.

Los años 2015, 2003 y 1991 han sido los de más olas de calor

En todo caso, el portavoz no cree que esta vaya a ser una ola de calor como la de julio de 2015 pero admite que se podrán superar los 42 grados en el valle del Guadalquivir este lunes y martes. "No creo que se superen los 44 grados centígrados", ha confiado.   Sobre las temperaturas de este domingo, ha precisado que la máxima más alta se alcanzó en Mérida, con casi 42 grados centígrados y que hubo muchos puntos con más de 40ºC en Extremadura y Orense y se quedaron en torno a los 40ºC en el valle del Guadalquivir.

También las mínimas están siendo muy altas y esta noche ha habido zonas con 20 grados centígrados o más, como en Madrid, que la madrugada del lunes no bajó de 23 grados centígrados y en Orense, de 22 grados centígrados. A las 8.00 horas de este lunes, el mercurio marcaba en Cáceres 24 grados centígrados.  De todas formas, Alcázar no espera "récords" de temperaturas y cree que hará mucho calor, pero dentro de lo normal para la época del año.

Los años con más olas de calor en la Península, Baleares, Ceuta y Melilla del último medio siglo han sido 1991, 2003 y 2015, mientras que de Canarias destaca el año 1976, según la AEMET.   Si bien, el verano que registró la "temperatura máxima de ola" más alta fue 1975 y, en el caso de Canarias, 2012.

La portavoz de la AEMET, Ana Casals, ha destacado que 1991 fue el que más olas de calor, ya que registró 4 episodios que sumaron un total de 23 días. Mientras, 2003 tuvo la segunda ola de calor más larga, ya que en España duró 16 días y además se extendió por el resto de Europa, donde hubo miles de víctimas mortales.  El tercero, 2015, vivió la ola de calor más larga "en todos los años considerados", ya que tuvo una duración de 26 días seguidos, un balance que más que duplica los diez días de la de 2003.

En este contexto, la portavoz ha explicado que el concepto "ola de calor" es un episodio de al menos tres días consecutivos en los que al menos el 10 por ciento de las estaciones consideradas registran temperaturas máximas que superan el percentil del 95 por ciento de su serie de temperaturas máximas diarias durante los meses de julio y agosto entre 1971 y 2000. En España, las olas de calor se analizan desde hace 41 años.

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