Lanzar arroz a los recién casados estará pronto prohibido en Venecia, que lucha contra las palomas que ensucian sus plazas y deterioran sus monumentos.

El alcalde de la ciudad de los canales está preparando una medida para evitar que las palomas se den un banquete a las afueras del céntrico Palazzo Cavalli, donde se celebran las bodas civiles, ha informado el jefe de la policía municipal Marco Agostini.

"Lanzar arroz a los novios atrae a hordas de palomas que esperan en los alrededores hasta la siguiente ceremonia. La situación es insostenible", dijo Agostini.

Otra medida en la recámara es la prohibición de vender granos de cereal para alimentar a las palomas en la plaza de San Marcos, el único lugar de la ciudad donde aún está permitido. Eso sí, los 18 vendedores con licencia no se quieren ir y los activistas de los derechos de los animales también han expresado su preocupación.

"La plaza no es un gallinero y no puedes tener excrementos de palomas por todos sitios", recalcó Agostini.

Picotazos por todos los sitios

Las autoridades dicen que las palomas están deteriorando las estatuas de mármol y los edificios con sus picotazos en busca de restos de comida que se han colado en ellos con el viento.

Un estudio reciente estimó que limpiar los monumentos y reparar los daños causados por las palomas cuesta a cada veneciano unos 275 euros al año.