El procesado ha sido condenado a 12 años de prisión por un delito de asesinato y a dos años y dos meses por un delito de robo con violencia. Además, se le ha aplicado el agravante de parentesco y como atenuante que era adicto a la cocaína y que cometió el crimen bajo los efectos de esta droga.

Los hechos se remontan a la noche del 23 de febrero de 2015 cuando Manuel Esteban se dirigió a casa de su madre con la que cenaba y comía de forma habitual armado con un mazo y con la intención de acabar con la vida de su progenitora para poder hacerse con el dinero que ella tenía en el domicilio.

Una vez allí, cuando la víctima estaba haciendo la cena, se abalanzó sobre ella con el mazo y, también, la agredió en multitud de ocasiones con un cuchillo de grandes dimensiones que había en la cocina.

La víctima sufrió graves heridas sobre todo en la cabeza y en la parte superior del cuerpo, pero intentó defenderse de los ataques de su hijo, hasta que un golpe en la cabeza la dejó medio inconsciente y falleció poco después, según recoge la sentencia.

Un extremo, además, que el propio acusado confirmó durante la vista cuando confesó entre lágrimas su culpabilidad. También explicó ante el juez que su madre intentó pedir ayuda al grito de "socorro, socorro" y que, incluso, le dijo "pero qué estás haciendo, ¿estás loco?" mientras éste la atacaba para acabar con su vida.

Tras el crimen, el procesado tapó el cadáver con una sábana y simuló un robo en el domicilio. Además, sustrajo dinero que tenía su madre en efectivo, 180 euros, y también las tarjetas de crédito, de las que sacó 1.200 euros antes de ser detenido. Ese dinero lo utilizó para comprar droga y, también, para consumir prostitución.

Poco después, a primera hora del día 25 de febrero de 2015, fue detenido por agentes de la Guardia Civil en una de las rotondas de la A-60 con la CL-624, próxima a

localidad de Valdelafuente (León).

El Ministerio Fiscal solicitó al inicio del juicio 21 años de cárcel, 17 por asesinato y otros cuatro más por robo con violencia. No obstante, durante la primera sesión de la vista, rebajó su petición a 14 años, 12 años por el asesinato y dos años más por el robo con violencia, por considerar como atenuante la adicción a la cocaína del procesado.

La defensa pidió la libre absolución de su patrocinado por considerar que éste no era consciente de su comportamiento por haber consumido gran cantidad de cocaína momentos antes de acabar con la vida de su madre y porque era adicto a esa sustancia desde hacía aproximadamente un año.