Decía Elliott Murphy que para ser joven de mayor, hay que ser viejo de joven. Quizás sea eso lo que me ha pasado a mí.

Desde luego tiene pinta de haber sido un niño redicho...

(Risas) Un poco sí, aunque jugaba en la calle como todos y me llevaba mis regañinas, como todos. Ahora que lo pienso, yo sólo tengo 33 años, no soy tan viejo.

¿Le da miedo envejecer?

Para nada, con la edad empiezas a afinar la vista y te das cuenta de que entre el blanco y el negro hay una gran escala de grises.

Se ha posicionado ideológicamente cuando lo ha creído oportuno. ¿Es momento de volver a hacerlo?

Mis canciones me definen y creo que es absurdo que si me preguntan no responda. Y sí, creo que es momento de hacerlo.

En el disco habla de que le preocupa la crispación de muchos políticos.

Me preocupa porque se lleva la crispación, pero no hacer juicios críticos de las cosas.

¿Está de moda ser crítico?

No lo sé, pero por suerte sí hay mucha gente que protesta, que muestra disconformidad cuando lo cree oportuno.

BIO

Nació en el madrileño barrio de Vallecas, el 9 de marzo de 1974. Estudió Física pero dejó la carrera para dedicarse a la música.