Esta ayuda se aportará a través de dos proyectos de cooperación, uno por medio de Unicef Comité País Vasco y el otro, de la Fundación Proclade Yanapay.

El director de Cooperación, Fernando San Martin, ha afirmado en un comunicado que es "deber" de las instituciones apoyar a la población de Ecuador, porque se trata de "un caso de auténtica emergencia". En ese sentido, ha recordado que el pasado 16 de abril un terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter golpeó la costa norte de Ecuador, en concreto entre las provincias de Manabí y Esmeraldas y dejó una tragedia humanitaria de 655 personas fallecidas, 48 personas desaparecidas y, 8.340 personas heridas atendidas.

La situación llevó al gobierno ecuatoriano a determinar el estado de excepción y emergencia en el país. El suministro público de agua en las zonas más afectadas fue cerrado debido a posibles daños en las canalizaciones y en algunas zonas el suministro aún no es regular. Además, el riesgo de contaminación y de brotes de enfermedades transmitidas por el agua está siendo alto.

En el marco de esta ayuda, Unicef está instalando letrinas móviles y suministrará agua potable en tanques de 10.000 litros, así como kits de agua e higiene para familias y bebés. También se está dando apoyo a instalaciones de Agua, Higiene y Saneamiento en los espacios amigos de la infancia y en las escuelas temporales que la ONG está habilitando en las zonas más afectadas por el terremoto. Este proyecto se enmarca dentro del Plan de Respuesta Global ofreciendo una ayuda humanitaria de emergencia que garantice las necesidades básicas.

ESMERALDAS Y MANABÍ

El segundo convenio ha sido suscrito con la Fundación Proclade Yanapay, una ONG de Cooperación al Desarrollo promovida por los Misioneros Claretianos, que lleva trabajando desde al año 1989 en el ámbito de la cooperación, la sensibilización y la educación al desarrollo.

En Ecuador colabora desde el año 2002 con la Fundación Maquita-MCCH, quien lleva trabajando más de 30 años en el país promoviendo procesos de economía social y solidaria. Las provincias de Esmeraldas y Manabí, en las que Proclade y Maquita llevan trabajando desde hace años, fueron las más afectadas por el seísmo. Además, varias comunidades de estas dos provincias venían sufriendo fuertes inundaciones, lo que profundizó el estado de vulnerabilidad de cientos de familias.

A través de Proclade Yanapay se está haciendo llegar apoyo a 520 familias de esas comunidades, "gracias a las aportaciones de instituciones públicas vascas y navarras y de la solidaridad desinteresada de la ciudadanía". La Diputación Foral de Gipuzkoa ha contribuido con 30.000 euros, gracias a los cuales se apoyará a 120 de esas familias.

Cada familia recibirá un kit para un mes, valorado en unos 250 dólares, con alimentación (arroz, pasta, azúcar, leche, sal, aceite, atún, sardinas), higiene personal y limpieza (cepillos y pasta de dientes, jabón para cuerpo y ropa, repelente, toallitas), cobijo (toldos mosquiteros y sábanas), herramientas básicas para reconstrucción de viviendas de madera de familias de Esmeraldas, y tanques recolectores de agua para familias de Manabí.