Shanice Oliver apenas era una niña, pero tenía claro que había nacido con el sexo equivocado. Se sentía un niño y lo tenía muy claro desde bien pequeña. Su historia y su valentía para afrontar la situación como si de un adulto se tratase han convertido su historia en un fenómeno en las redes esta semana.

La pequeña Shanice tenía sólo seis años cuando le dijo a su madre, con la que vive en Skegness (distrito de Lincolnshire), que no se sentía cómoda con la ropa de niña ni con los peinados que llevaba. Durante los seis años posteriores a aquella primera confesión, Shanice no paró de comportarse como lo que era, un niño.

Según ha relatado al Mirror esta semana, Leanne, madre de la pequeña, aún recuerda cómo Shanice rompió a llorar hace dos años asegurando que no le gustaba su vida y que se sentía atrapada en el cuerpo de una niña. A sus 29 años (hoy 31), Leanne tuvo que rendirse ante la evidencia de que su hija llevaba razón y fue entonces cuando se decidió a ayudarla.

"Me rompió el corazón. Siempre había rechazado la ropa de niña y prefería jugar con soldados y monopatines antes que con muñecas. Me dijo que sólo se ponía los vestidos de chica que le compraba para que yo fuera feliz", contaba Leanne.

Shanice dejó de llamarse Shanice y ahora se llama Shane. Cortó su pelo y empezó a vestir como un chico. También acude a terapia en un centro de los Children and Adult Mental Health Services británicos, que asesoran tanto a él como a su madre hasta que Shane sea adulto y no necesite asistencia psicológica.

"Hoy es más feliz. Hace dos meses le llevé al colegio como Shane por primera vez y desde entonces sólo ha encontrado apoyos a su alrededor. Todas mis preocupaciones por si sería aceptado se han esfumado", recuerda Leanne.

"El colegio es mucho mejor ahora. Todos mis compañeros me han apoyado. La mayoría lo han entendido y sólo a algunos pocos he tenido que explicarles que se suponía que debí nacer como un chico, pero que algo salió mal y crecí con el cuerpo de chica", cuenta Shane.