En el corazón de la barriada Federico Mayo se alzan barrios bloques de pisos que constituyen El Pandero. Desde hace años, los vecinos que conviven en estos inmuebles aguardan a que desde el Ayuntamiento se pongan en marcha todas las promesas que en su día se hicieron a los vecinos.

Ni el alumbrado público, ni el alcantarillado, ni el servicio de limpieza funcionan correctamente en la zona. Sus calles están completamente abandonadas y "sólo los bloques que dan a la iglesia de San Rafael tienen un imagen aceptable", como aseguró Mercedes Estudillo, presidenta de la asociación de vecinos de Federico Mayo.

Ella, acompañada de su junta directiva al completo, se ha propuesto ayudar a este barrio integrado en la Zona Sur, ya que "estos vecinos son ciudadanos que pagan sus impuestos, aunque éstos no les sirva para nada. La última remodelación que se hizo en El Pandero fue hace unos ocho años. Desde la asociación de vecinos recogimos toda la documentación necesaria para que se diera un lavado de cara a los bloques. Una vez que se pintaron, nadie ha vuelto a preocuparse por ellos", sentencia.

Y eso que "en su día Pedro Pacheco, antiguo coordinador de Política Territorial, nos aseguró que en esta barriada se pondría en marcha un proyecto similar al que se llevó a cabo en San Juan de Dios". Hay que recordar que éste se centró en la construcción de nuevos bloques de vecinos en sustitución de los viejos.

Para ello, el ex alcalde contaba con "un solar que hay en estas calles y que se encuentra totalmente abandonado. Nosotros hemos solicitado que se limpie y adecente para que desde Infraestructura puedan hacer ahí una zona verde para estos vecinos", insiste Estudillo.

"Por estas calles no pasa nadie de Medio Ambiente, las plazas -además de tener su suelo levantado- están llenas de matojos y las ratas pasean a sus anchas por ellas", se lamentan desde el colectivo vecinal.

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