Según ha informado la Policía Local, los hechos se produjeron a las 1,50 horas de este jueves en la calle Joaquín Yáñez, cuando un vecino informó de que escuchaba desde su domicilio golpes y gritos provenientes de otro apartamento del inmueble.

Una patrulla se desplazó hasta el lugar, donde el solicitante indicó cuál era el piso y dijo que no era la primera vez que se producían altercados. Allí, los agentes se dirigieron al piso y les abrió una mujer, que se mostraba nerviosa y tenía un hematoma en un ojo, hinchazón en una ceja y un arañazo en la nariz.

La mujer manifestó que había discutido con su pareja y ésta, en un momento dado, le dio un manotazo en el ojo, si bien excusó su conducta en que "él había bebido". Además, aunque reconoció que no era la primera vez que se producían hechos similares, afirmó que siempre ocurrían "porque bebía", y se negó a presentar una denuncia.

A continuación, los agentes se entrevistaron con el varón, que presentaba evidentes síntomas de encontrarse bajo los efectos de bebidas alcohólicas y admitió que habían discutido "por culpa de ella" e intentaban reconciliarse. Por todo ello, los efectivos procedieron a la detención del hombre.