La presidenta de la Fundación Federico García Lorca y sobrina del poeta, Laura García Lorca, ha defendido este martes el papel de la familia en la conservación del legado del autor de Yerma y ha señalado que "ha estado y está en buenas manos", en las de sus propietarios, y "no ha corrido ningún riesgo".

En un comunicado remitido, García Lorca se ha pronunciado así coincidiendo con la publicación en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) de la resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid por la que se incoa expediente de declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del archivo lorquiano, y un día después de que el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, justificara la necesidad de esta protección para "salvaguardar todos los compromisos que identifican el interés general que rodea la permanencia en unidad y en España del legado".

La Fundación Federico García Lorca, según señala su presidenta, está "sorprendida" por las noticias de prensa por las que ha sabido que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y la Comunidad de Madrid van a intentar incoar expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural el legado de Federico García Lorca, ya que la entidad "no ha sido consultada ni informada sobre este propósito del señor Lassalle, secretario de Estado de Cultura, y el señor Marco, director general del Libro y Políticas Culturales".

Según afirma, la fundación ha trabajado "incansablemente y con la mayor discreción desde el año 2002 para que la construcción y programación del Centro Federico García Lorca en Granada" -que recuerda que es un proyecto impulsado por ella- pudiera albergar el legado de Federico García Lorca "en las condiciones mínimas de respeto intelectual y artístico que este autor merece".

A tal fin, según recuerda, se suscribió un convenio el 5 de junio de 2007 "que fue roto unilateralmente por las instituciones", "alterando los principios fundacionales para la difusión y proyección internacional de la figura del poeta de Granada, ciudad en la que nació y en la que fue asesinado".

Esta "ruptura" así como las actuaciones "al margen" de esta fundación de algunas administraciones integradas en el consorcio, "han hecho imposible el traslado de los fondos, porque desvirtuaban la integridad de dicho legado y la finalidad del centro", según sostiene Laura García Lorca.

En consecuencia, incide en que el legado de García Lorca "ha estado y está en buenas manos, en las de sus propietarios, y no ha corrido ninguno de los riesgos" que ha señalado Lassalle, "quien parece querer proteger tal legado de la familia del poeta y de la Fundación Federico García Lorca".