La niña palestina de 12 años D. A. W. fue liberada este domingo por las autoridades de Israel después de pasar dos meses encarcelada bajo la acusación de haber intentado apuñalar a ciudadanos israelíes en el asentamiento de Carmei Tzur, al sur de Cisjordania.

La pequeña fue entregada a su padre en un paso fronterizo próximo a Tulkarm, en el noroeste de los territorios ocupados, tras pasar 66 días en prisión. "Está muy contenta, pero habla mucho de los prisioneros que ha dejado atrás en la cárcel", aseguró su padre en declaraciones recogidas por el diario El País.

D.A.W. es, según su abogado, Tariq Barghut, la palestina más joven encerrada por Israel. Aunque la ley prohíbe la entrada en presidio de los menores de 14 años, la legislación que el Gobierno de Benjamín Netanyahu (del partido conservador Likud) aplica en Cisjordania y Jerusalén Este permite actuar contra aquellos que tengan hasta 12 años de forma excepcional.

El pasado 9 de febrero, la pequeña llegó a la entrada del asentamiento de Carmei Tzur, al norte de Halhul, en Cisjordania. Según los medios locales, varios testigos le vieron un cuchillo escondido bajo la ropa y un guardia de seguridad le ordenó que se detuviera. Un colono que pasaba por la zona le arrebató el cuchillo y la detuvo antes de que llegaran los soldados, después de lo cual fue arrestada y trasladada para ser interrogada, según explicó entonces Al Jazeera.

"Se levantó a las 6.30 horas e hizo unos bocadillos para sus hermanas. Ella no comió pero se vistió y limpió la habitación y el resto de la casa. Salió hacia la escuela sobre las 7.40, era una mañana completamente normal", explicaba Sabha Mudya, su madre. "Yo estaba sentada fuera hablando con un vecino cuando mi hermano Jamil llegó a casa, parecía distraído y preocupado. Fue entonces cuando me dijo que habían encontrado a mi niña cerca del asentamiento de Carmei Tzur", añadía.

La joven, detalla la agencia Efe, fue interrogada dos veces esa misma tarde, ambas sin contar con la presencia de ningún abogado ni de sus propios padres, tras lo cual admitió sus intenciones, según las autoridades de Israel. El portavoz de la ONG israelí en defensa de los Derechos Humanos B'TSelem Sarit Michaeli advirtió de que, en muchas ocasiones, "si los niños confiesan o hacen declaraciones sin recibir asesoría legal se incriminan a ellos mismos". "A veces son confesiones falsas, a veces se incriminan de tal manera que un abogado no puede protegerles", explica.

Aunque inicialmente fue condenada a cuatro meses y medio de prisión, la prisionera ha sido liberada con antelación gracias a una campaña de presión social.

Su caso se enmarca en la ola de violencia desatada en los territorios ocupados en octubre de 2015 y que, por el momento, se ha saldado con 28 israelíes y más de 200 palestinos muertos.