Una familia marcada por la desgracia. La hija del británico Tony Alexander King –condenado por los asesinatos de las jóvenes Rocío Wanninkhof (1999) y Sonia Carabantes (2003)­– murió el sábado tras ser rescatada de una piscina privada en la localidad malagueña de Mijas. Tenía 10 años y era fruto de la relación del británico con su ahora ex mujer, Cecilia King, según publica hoy Sur.

La Guardia Civil está investigando las circunstancias del fallecimiento, aunque fuentes cercanas al caso han informado de que la niña cayó a la piscina de una vivienda del núcleo de Calahonda. En el domicilio estaban también la madre y un hombre. Los médicos que le atendieron afirman que estaba inconsciente y de su nariz salía un hilo de sangre.

Fue evacuada en helicóptero e ingresó en el hospital Materno Infantil de Málaga en estado crítico. Finalmente, no se pudo hacer nada por su vida y su madre autorizó la donación de los órganos de la pequeña. Según el 112, la causa más probable de la muerte es el ahogamiento, aunque se está pendiente del resultado de la autopsia.

La hija de los King nació en 1997 de Inglaterra. Poco después la familia se trasladó a la Costa del Sol, donde el matrimonio se separó. En septiembre de 2003, Cecilia King denunció a su ex marido por los crímenes de Carabantes y Wanninkhof. El británico fue detenido una semana después. Actualmente cumple condenas de 36 años de cárcel por acabar con la vida de Carabantes; de 19, por matar a Wanninkhof, y siete, por un intento de violación en Benalmádena (Málaga).