Los ciudadanos de la UE se gastan cada año entre 21.000 y 31.000 millones de euros en drogas ilegales, siendo el mercado del cannabis el más grande  —con un 38% del total— seguido de la heroína (28%) y de la cocaína (24%).

Estos datos se desprenden un informe publicado este martes por el Observatorio Europeo sobre Drogas y Toxicomanías (OEDT) y Europol que señala a los mercados de drogas ilegales como "una de las principales amenazas para la seguridad de la Unión" tanto por su impacto sanitario como económico. Además, este informe ofrece datos que sitúan a España como el país del mundo en el que más hachís se incauta.

El cannabis es la droga más consumida en Europa y se calcula que representa alrededor del 38% del mercado minorista de drogas ilegales, valorado en más de 9.300 millones de euros anuales. En el último año, alrededor de 22 millones de adultos en la Unión Europea —6,6% de la población total— la consumieron. La ODET estima que el 1% de los adultos europeos la consumen casi a diario.

Las formas en las que está disponible esta droga en Europa es en hierba (marihuana) y resina (hachís). Aunque en los últimos diez años la ODET ha detectado un aumento de la marihuana producida a escala nacional, la resina importada sigue siendo imporante. En términos de mercado, según la ODET, España es el principal punto de entrada a Europa del hachís procedente de Marruecos.

Todo ese flujo de resina de cannabis hace que España sea el país que más hachís incauta del mundo. Según un informe de la ONU, España acaparó en 2013 el 23% de las decomisiones a nivel mundial por delante de Pakistán, cuyas incautaciones suponen un 22% del total. A nivel europeo, España protagoniza el 57% de las incautaciones que tienen lugar en suelo europeo, muy por delante del según país que más decomisa, que es Turquía con un 17%.

Tras el cannabis, la heroína es la segunda droga que más dinero mueve en la Unión Europea. Esta sustancia -consumida por 1,3 millones de personas- mueve alrededor de 6.800 millones de euros cada año (28% del mercado total). La OEDT señala que, aunque la mayoría de indicadores apuntan a un descenso de demanda de heroína en la última década, hay indicios —como el aumento de las muertes por sobredosis en algunos países— que ponen sobre la mesa "la posibilidad de un nuevo brote de consumo".

La cocaína es el estimulante ilegal más consumido en Europa. A pesar de que es consumida por 3,6 millones de personas, los indicadores de la demanda apuntan a niveles de consumo generalmente estables o incluso algo decrecientes En el ranking de mercado ocupa el tercer puesto al mover anualmente una cifra cercana a los 5.700 millones de euros (24% del mercado). La mayor parte del consumo, según la OEDT —que señala a la península Ibérica como principal punto de entrada de la cocaína procedente de sudamérica—, tiene lugar en el sur y el oeste de Europa.

Los estimulantes como el MDMA, anfetaminas o metanfetaminas ocupan el cuarto lugar, pero el aumento de su oferta y consumo constituyen "una amenaza emergente" que incluso ha desplazado a la heroína en algunos lugares asociados con altas tasas de drogadicción. El mercado de estas sustancias está valorado en unos 1.800 millones de euros. Su fabricación, de forma mayoritaria, tiene lugar en laboratorios de países centroeuropeos como Holanda, República Checa.

La OEDT resalta además que se ha producido un aumento de las sustancias psicotrópicas que se venden libremente. Estas drogas sintéticas son vendidas habitualmente como "sucedáneos legales" de otras drogas ilegales. En 2015 se notificaron 100 nuevas sustancias por primera vez y el Sistema de Alerta Rápida de la Unión está supervisando más de 560. Se trata de un negocio muy lucrativo y poco arriesgado para las bandas organizadas.

Algunas de estas drogas han encontrado en internet un mercado atractivo en el que se ofertan como drogas legales, químicos de investigación o suplementos dietéticos, pero realmente muchos de estos productos son muy tóxicos y algunos pueden provocar la muerte, según el informe.

La OEDT estima que las drogas constituyen un negocio que representa un 20% de los beneficios procedentes de las actividades delictivas mundiales y que las ramificaciones de dicho mercado producen efectos en otros tipos de actividades delictivas y en el terrorismo, así como en las empresas legales y la economía en su conjunto. El comisario europeo de Interior, Dimitris Avramopoulos, insistió durante la presentación del informe en que las drogas conllevan "costes sociales muy grandes".

Además, las organizaciones involucradas en el narcotráfico presentan una complejidad técnica y organizacional, están interconectadas, especializadas y últimamente apuestan "por diversificar su negocio en varias drogas y otras actividades criminales y por crear alianzas con otros grupos", según explicó el director de Europol, Rob Wainwright.

Según el informe, la oferta de drogas se utiliza en muchas ocasiones como medio para un fin distinto, como la financiacion del terrorismo o el control de personas explotadas.

Por otra parte, tanto el director de Europol como el de la OEDT, Alexis Goosdeel, descartaron un cambio de política hacia la legalización de algunas drogas blandas como el cannabis, debido a que a su juicio la actuación europea sobre los estupefacientes ha funcionado mucho mejor que en otros lugares del mundo.