El Banco Santander ha anunciado este viernes a los sindicatos una reestructuración de su red comercial y de sus servicios centrales que supondrá un ajuste de su plantilla y el cierre de oficinas en España. Aunque aún está por decidir la reducción en el número de empleados, el gigante financiero que preside Ana Botín tiene previsto echar el cierre al 13% de su red de sucursales, lo que se traduce en unas 450 oficinas a lo largo del año.

El fuerte incremento de los costes regulatorios, han apuntado fuentes de la negociación, es una de las causas de este plan de transformación.

La medida afectará principalmente a las oficinas de menor tamaño, aquellas que tienen entre uno y tres empleados. Desde de la entidad confirman que parte de ese personal se incorporará a otras sucursales. El plan de transformacion contempla la modernización y ampliación de 350 oficinas al año, que en algunos casos necesitarán de más empleados. Esos aspectos están en proceso de negociación y por eso aún no hay una cifra cerrada de cuántos trabajadores se verán afectados por estas medidas. Fuentes del Santander sí aseguran que no va a desaparecer de ninguno de los más de 2.000 municipios en los que tiene presencia.

El plan inicial también prevé resolver con prejubilaciones el futuro de los trabajadores que no puedan ser recolocados mediante este sistema de traslados.

Desde los sindicatos se ha subrayado que la entidad les ha convocado a una reunión que mantendrán el próximo miércoles para facilitarles información sobre el número de trabajadores afectados por esta medida. CC OO ha incidido, en cualquier caso, su voluntad para garantizar que cualquier proceso se lleve a cabo con medidas voluntarias y no traumáticas.

El banco confía en acelerar su transformación comercial y está convencido de que el éxito del negocio bancario pasa por la combinación de una red de oficinas potente, con capacidades multicanal de vanguardia, explican las fuentes consultadas.

La entidad lleva tiempo apostando por desplegar un nuevo concepto de sucursal, más multicanal y enfocado en la atención especializada al cliente. Esto también conllevará un redimensionamiento de los servicios centrales de Santander España, lo que afectaría al personal que trabaja en la Ciudad Financiera de la localidad madrileña de Boadilla del Monte.