El cineasta avilesino Marc Virgili ha recordado este domingo los años prósperos de su ciudad, gracias al desarrollo de Ensidesa, y la posterior decadencia de la empresa que obligó a emigrar a muchos jóvenes, él entre ellos.

Ha sido en la lectura del pregón de las Fiestas del Bollo de Avilés, en el que se ha referido también a las dificultades por las que atravesaron sus padres y abuelos. "Yo no puedo hablar de tiempos difíciles en el pasado", ha reconocido, "pues a mí me tocó vivir otra historia, otra época, otro Avilés. Nosotros no teníamos grandes preocupaciones. Es verdad que el humo que echaban las chimeneas de Ensidesa hizo de Avilés uno de los lugares mas contaminados y grises del país, pero también fueron años prósperos".

"Había trabajo en abundancia y los jóvenes no teníamos mas preocupación que estudiar y disfrutar de una Avilés en la que se fueron levantando colegios, institutos, centros cívicos, centros culturales* Yo pertenezco a esa generación de hijos y de nietos de los que levantaron Ensidesa y los que alimentaron sus hornos", ha continuado.

Se ha referido también al 'boom' de población de Avilés "que, con la llegada de los famosos 'coreanos', multiplicó por 4 en menos de 20 años. Mi generación ha tenido la fortuna de no vivir tiempos tan dramáticos como los que vivieron nuestros abuelos".

Ha recordado también las tardes que pasaba con sus amigos practicando el 'skate' o tocando con un grupo de música en uno de los locales del Centro Social Gabiletu. No obstante, en el año 2000 "las cosas empezaron a cambiar en el Avilés que yo conocí. La importancia que Ensidesa había tenido fue desapareciendo poco a poco, y la empresa entró pronto en decadencia. Los miles de jóvenes que por aquel entonces vivíamos en Avilés empezamos a tener verdaderos problemas para incorporarnos al mercado laboral". "Muchos de ellos no tuvieron más remedio que marchar. Entre ellos, yo", ha lamentado.