El catedrático de Derecho Administrativo y letrado emérito del Tribunal Constitucional (TC) Miguel Beltrán ha defendido que las reformas de este órgano cuenten con mayor acuerdo de los partidos, pues este tribunal representa o ha de representar la prolongación del consenso constitucional.

Antes de participar en un debate en Segovia posterior a la proyección del documental 'Un Tribunal para la Constitución', del que es director, ha incidido en que las reglas referidas al árbitro deberían ser adoptadas por consenso y unanimidad, así como por un pacto constitucional.

En declaraciones a los medios, Beltrán ha recordado que la reforma del TC de 2015, al igual que la del 2007, fue polémica y no consensuada, lo que a su juicio es un fallo al que hay que poner solución entre todos.

En cuanto a la cuestión catalana, el catedrático ha manifestado que recientemente "se han cambiado las reglas del juego", puesto que se han otorgado al Constitucional poderes que antes no tenía, y se ha mostrado a la expectativa frente a un hipotético desafío soberanista y la actuación ante él de este Tribunal.

"Veremos a ver si se plantea la ocasión de que ejerza esos nuevos poderes y cómo lo usa, aún no se sabe qué va a pasar. Hay que ver el encaje de esas herramientas en el resto de las piezas del sistema constitucional y autonómico", ha apuntado Beltrán, quien ha hecho hincapié en que no está claro que ese encaje vaya a funcionar bien, pues tanto el desafío como las herramientas para hacerle frente son nuevos.

Estaba prevista la participación en el debate de la presidenta emérita del TC María Emilia Casas y el que fuera también letrado Álvaro Gil Robles, que finalmente no han acudido por motivos personales.

La jornada, organizada por el área de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid (UVA) en Segovia, ha servido como complemento a la presentación del documental que ha tenido lugar este miércoles al mediodía.

La cinta, producida por el Servicio de Estudios del Colegio de Registradores de España, pone voz y sonido a un momento histórico poco conocido de la Transición y la Democracia, la creación del primer Tribunal Constitucional, en funcionamiento entre 1980 y 1986, según ha relatado su director.

En él se recogen testimonios de antiguos juristas, entre ellos Luis Díez-Picazo o Rubio Llorente, así como de otras personas que vivieron el proceso como letrados. La idea, según Beltrán, era plasmar tales testimonios antes del fallecimiento de algunos protagonistas para dejar constancia del encaje del órgano en el momento histórico y la función que este tuvo de tutela de derechos fundamentales y delimitación del poder territorial.

En él, además, se recogen casos importantes y mediáticos del momento, como la sentencia del caso Rumasa, y se abordan normas como la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (Loapa), llamada a ordenar todo el proceso autonómico.