El acuerdo de pesca suscrito entre la Unión Europea y el reino de Marruecos hace dos años y que entró en vigor esn 2007, aspiraba a paliar la crisis que este sector vive en muchas zonas, como es el caso de Algeciras. Sin embargo, de los catorce barcos que obtuvieron una licencia para faenar en el caladero marroquí, siete ya han abandonado.

Las causas que han llevado a armadores y pescadores a cesar su actividad en estas aguas es la falta de rentabilidad. La escasez del pez sable, a cuya captura se dedican estos pescadores, es el principal argumento esgrimido para dejar sus licencias.

Los armadores se quejan de que en ningún caso se están cumpliendo las expectativas suscitadas tras este convenio. Aseguran que estos caladeros están muy castigados, por lo que consideran pertinente que se amplíen o se revisen las condiciones del acuerdo suscrito entre las instituciones europeas y marroquíes.

Esta situación ha decepcionado a los pescadores algecireños, que ven como no han podido superar la importante crisis en la que estaban sumidos desde la ruptura del anterior acuerdo, tras ratificar uno nuevo.

Beneficiados

Pero no todas las modalidades pesqueras a las que se dedican los barcos españoles en Marruecos se están viendo afectadas por la escasez de capturas. La flota de Barbate o Conil, de cerco, ha renovado todas las licencias e incluso han adquirido las de sus compañeros de Algeciras.

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