El Sergas ha defendido que la atención a las mujeres que realizan interrupciones voluntarias del embarazo en sus centros "está debidamente protocolizada" y remarca que, en el manejo de los pacientes, "intervienen facultativos especialistas en Obstetricia y ginecología, personal de enfermería y auxiliares de clínica".

En un comunicado, responde así a las denuncias de la Plataforma Galega polo Dereito ao Aborto, sobre la situación de las mujeres con abortos eugenésicos, tras las denuncias del "trato" recibido en el Hospital Materno de A Coruña.

El Sergas reitera que las mujeres acuden, en primer lugar, al Centro de Orientación Familiar, "donde firman un consentimiento informado en relación a este procedimiento". Además, indica que las pacientes "son informadas por un médico, que les insiste en aspectos psicológicos que puedan estar ligados a la interrupción de la gestación".

También remarca que, una vez en el hospital, cuando llegan a planta "reciben todas las instrucciones y recomendaciones necesarias por parte de la enfermería". "El proceso se realiza alejado del área del paritorio por razones psicológicas y en beneficio de la paciente", matiza.

Uso de la epidural

Mientras, reitera que se les ingresa en una habitación individual "siempre que es posible" y acompañadas por un familiar "en todo momento". Por otra parte, añade que la utilización de nuevos fármacos en el proceso de dilatación cervical "ha acortado sensiblemente el proceso de expulsión fetal".

Ante las denuncias sobre las dificultades de acceso a la anestesia epidural, indica que la más empleada en estos casos es "la analgesia convencional con opiáceos o derivados de los mismos, con buenos resultados". No obstante, indica que está prevista la epidural "en los casos en que sea precisa".

El comunicado del Sergas concluye remarcando que "el objetivo principal de todos los sanitarios que acompañan a las pacientes que tienen que pasar por esta situación es su confort y bienestar, tanto físico como emocional".