La Consejería de Agricultura y Ganadería publicará mañana, lunes 1 de febrero, en el Boletín Oficial de Castilla y León (Boycl) la Orden que permitirá realizar nuevas plantaciones vitícolas en la Comunidad Autónoma tras la eliminación el pasado 31 de diciembre del sistema de derechos de plantación y que facilitará los trámites administrativos que han de realizar los viticultores.

En concreto, la nueva norma establece tres fórmulas para plantar viñedo que pasan por la conversión de los derechos vigentes hasta 2020 en autorizaciones de plantación, arrancar viñedo viejo propio para obtener la autorización de replantación u obtener nuevas autorizaciones de plantación de las concesiones otorgadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Según han asegurado desde la Consejería de Agricultura y Ganadería, esta nueva regulación supone una tendencia a una mayor libertad de actuaciones en la ordenación del sector "aunque se mantiene la prohibición de plantaciones de viñedo hasta 2030, salvo en los casos que existan autorizaciones por las tres vías expuestas anteriormente".

La principal prioridad para lograr la autorización de nueva plantación será ser joven agricultor instalado pero sin tener viñedo inscrito a su nombre en los diferentes Registros Vitícolas de España.

Además, la nueva normativa prevé respetar las recomendaciones de las Organizaciones Profesionales reconocidas, incluidas las denominaciones de origen o indicación geográfica protegida en las decisiones relativas a las limitaciones de plantaciones, por lo que podrán establecer restricciones en sus respectivas zonas.

Por otro lado y según han significado las mismas fuentes, con el nuevo sistema de autorizaciones se evitarán los "numerosos trámites burocráticos" que conllevaba la utilización de los derechos ya que desaparecen las transferencias de estos entre viticultores. Este procedimiento suponía tramitar cerca de 1.400 expedientes anuales en la Comunidad y un coste adicional para el viticultor.

Mejoras en castilla y león

Así, entre las medidas para facilitar las tramitaciones destaca la incorporación de la gestión del Registro Vitícola a la Sección Vitícola del Registro de Explotaciones de Castilla y León (REACYL) lo que permitirá simplificar la inscripción en varios registros oficiales.

Además, se reducirán de seis a tres meses los plazos de resolución de los expedientes de replantación de viñedo y conversión de los derechos y para facilitar la tramitación al viticultor se reducirá un 30 por ciento —pasan de siete a cinco— el número de formularios de las solicitudes derivadas de la tramitación de actuaciones en materia vitícola.

Del mismo modo, para facilitar las tareas administrativas a los viticultores se podrá realizar la solicitud conjunta de las ayudas a los planes de restructuración y reconversión de viñedo, cuya convocatoria se publicará también en febrero. "Esto permitirá solicitar en el mismo impreso la autorización de plantación y la petición de ayuda", han explicado desde la Consejería de Agricultura.

También se implementará la presentación telemática de las solicitudes de viñedo y la notificación electrónica y el viticultor podrá acceder a los datos actualizados de su explotación de viñedo a través de la Ficha Vitícola Electrónica "que se pondrá en marcha durante este año", han anunciado desde el departamento que dirige Milagros Marcos.

Según los datos aportados por la Consejería de Agricultura, la superficie plantada de viñedo es de 75.335 hectáreas, pertenecientes a 60.000 viticultores, de las que el 86 por ciento está amparada por figuras de calidad.

El sistema de derechos de plantación de viñedo desapareció el pasado 31 de diciembre para pasar a convertirse en un régimen de autorizaciones de plantaciones. De este modo, la nueva normativa comunitaria se transpone a la legislación de la Comunidad a través de la Orden de regulación del potencial vitícola de Castilla y León.

Para la Consejería de Agricultura y Ganadería, el nuevo escenario que permite esta normativa facilitará que la viticultura de Castilla y León siga ocupando una "posición ventajosa" de cara a la demanda actual, además de garantizar un crecimiento más sostenible mientras que la posibilidad de realizar nuevas plantaciones tendrá también un efecto positivo "ya que permitirá producir más vinos de calidad".