La Fiscalía de Barcelona investiga si los anteriores responsables de la Dirección General de Prisiones de la Generalitat pudieron cometer delito de prevaricación al conceder el tercer grado penitenciario al exconseller de Gobernación y exalcalde de la Seu d'Urgell (Lleida) Jordi Ausàs, condenado por contrabando de tabaco, han informado a Europa Press fuentes de la Fiscalía.

La Fiscalía indaga si cometieron prevaricación al otorgarle el tercer grado solo tres meses después de ingresar en la cárcel para cumplir una condena de cuatro años, ha publicado este jueves 'El País'.

La Fiscalía cuestiona que la Conselleria de Justicia concediera el régimen de semilibertad a Ausàs pese a los informes contrarios del equipo de tratamiento de la cárcel de Ponent, que aconsejaba su clasificación en segundo grado, el régimen ordinario.

La Fiscalía del Tribunal Superior de Catalunya solicitó en diciembre a la Fiscalía de Lleida un informe sobre el tercer grado de Ausàs, que el fiscal jefe Juan Boné había recurrido.

Este informe fue remitido por la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia a la Fiscalía de Barcelona, ciudad en la que tiene la sede la Dirección General de Prisiones de la Generalitat.

La Audiencia de Lleida condenó al exconseller en junio de 2014 a cuatro años de prisión y a pagar una multa de 195.000 euros por los delitos de contrabando de tabaco y de pertenencia a un grupo criminal, en una sentencia que consideraba probado que Ausàs traficaba ya cuando era conseller.

Casi un año después, en mayo de 2015, el Tribunal Supremo ratificó la prisión y Ausàs entró en la cárcel de Lleida en junio de 2015, aunque la dirección general de Servicios Penitenciarios le concedió el tercer grado el 25 de septiembre de 2015.

Fiscalía de Lleida recurrió y el juzgado de vigilancia penitenciaria revocó el tercer grado, una decisión que fue recurrida por la defensa del exconseller.

La Audiencia de Lleida, en una interlocutoria de esta misma semana ha ratificado la decisión del juzgado.

La Audiencia de Lleida argumentó, como lo había hecho el tribunal penitenciario, que Ausàs había cumplido poco tiempo de condena y que no ha aceptado su pertenencia a un grupo criminal, "lo que refleja ciertamente la necesidad de intervención específica en el área cognitivo-conductual del interno para la que es más adecuado el segundo grado".