La empresa pública Ciegsa, creada por el Gobierno valenciano del PP en 2001 para la construcción de colegios públicos, ha acabado costando a las arcas públicas valencianas 2.826 millones de euros, de los cuales 1.734 millones son deuda financiera que asumió la propia Generalitat en 2013. Así lo revela un informe de la Intervención General de la Generalitat dado a conocer este miércoles por los consellers de Hacienda, Vicent Soler, y el de Educación, Vicent Marzà.

Sin embargo, ambos han puesto el acento en los 1.000 millones de euros de sobrecostes que pagó la sociedad pública en sus encargos. El documento revela que estos pagos fueron un 36,07% superiores a lo que habría pagado la Conselleria de Educación si hubiera construido directamente los centros educativos. De hecho, el precio del metro cuadrado que paga este departamento es de 670,45 euros, pero Ciegsa abonaba 912,31 euros, un 36,07% más.

"El documento confirma nuestras sospechas: los gobiernos del PP utilizaron el sector público para crear una conselleria en B y actuaron con opacidad, desprecio a la ley y crearon una red clientelar", ha afirmado el responsable de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler.

El conseller de Educación, Vicent Marzà, ha apuntado que, con los 1.000 millones de euros de sobrecostes "se podrían haber construido 200 colegios nuevos más, a razón de 5 millones de euros por centro".

Soler ha sido muy duro con la descripción que traza el informe de la Intervención. "Se creó un instrumento para huir de los controles y de la fiscalización parlamentaria. Es una auténtica estafa institucional para perpetrar el mayor expolio de recursos públicos educativos de la historia, con la complicidad de Ciegsa para que alguien se embolsara estos recursos", ha manifestado. En esta línea, ha calificado lo ocurrido como "una trama para hacerse con recursos públicos".

Marzà ha detallado las cifras del informe. De los 2.826 millones de coste total entre los años 2001 y 2014, 1.734 millones corresponden a créditos, 457 millones a gastos para ejecutar tareas encomendadas por la Conselleria y el resto corresponde a otros gastos. "En algunos casos parece que se ha esfumado el dinero", ha dicho, al informar que, de 610 actuaciones educativas (construcciones y reformas en colegios), 217 se dejaron a medias y otras 62 fueron encargadas "pero no se ha hecho nada".

Soler y Marzà elevarán el informe de la Intervención al pleno del Consell de este viernes con la propuesta de llevarlo ante la Fiscalía. "Los responsables tendrán que rendir cuentas. Ciegsa ha sido un cóctel explosivo que se hacía con impunidad porque se creía que no pasaba nada. Eso se ha acabado. Exigiremos que se devuelva todo el dinero y lo digo no solo como conseller de Hacienda, sino como contribuyente", ha afirmado Soler. Marzà ha confirmado que ve las cifras del documento "lo suficientemente contundentes" como para que se lleve a la Fiscalía si así lo estima la Abogacía de la Generalitat.

Los trabajadores de Ciegsa elaboraron un plan para acabar con los barracones escolares, "pero no se hizo nada". El titular de Educación ha mostrado en su comparecencia una caja que contiene los documentos de este proyecto. "Estaba intacta cuando llegamos a la Conselleria", ha afirmado Vicent Marzà. "Los alumnos que estudian en barracones han sido ignorados durante años. Se ha primado un modelo de negocio y no las infraestructuras dignas".

Vicent Soler ha adelantado que su departamento trabaja con Educación en un plan para la eliminación de estas aulas provisionales vinculado al Plan Juncker de inversiones de la Comisión Europea, con el que esperan acabar con los barracones en todos los centros educativos públicos valencianos "en esta legislatura, a ser posible".

Respecto a Ciegsa, Soler ha confirmado que continúa existiendo formalmente, pese a que el anterior Gobierno de Alberto Fabra había previsto su fusión con el Ente de Infraestructuras de la Generalitat (Eige). "Este informe de la Intervención será una pieza fundamental para tomar una decisión sobre el futuro" de la empresa pública, aunque Soler ha reconocido que todo hace pensar que es "muy posible que acabe cerrándose".