La policía británica investigó a un niño musulmán de diez años que escribió erróneamente en un ejercicio de la escuela que vivía en una "casa terrorista", cuando lo que quería decir, supuestamente, era que residía en una vivienda distribuida "en hileras de casas adosadas", informa este miércoles la BBC.

El menor asiste a un colegio de primaria del condado de Lancashire (en el norte de Inglaterra), incurrió en la confusión debido a la forma de escribir en inglés el término "terraced house" (viviendas adosadas) con "terrorist house" (casa terrorista).

La identificación del niño no ha trascendido por motivos legales pero fue interrogado el pasado 7 de diciembre por los agentes del cuerpo policial de Lancashire en su domicilio, al día siguiente del supuesto error, por el que la policía también examinó el ordenador portátil de la familia.

Los profesores de este país se han visto obligados por ley, desde el pasado julio, a denunciar cualquier incidente que pudiera alertar acerca de un supuesto comportamiento extremista por parte del alumnado.

La familia del menor en cuestión admitió que lo ocurrido les había sumido en estado de shock y quieren, ahora, que tanto la policía y el colegio se disculpen.

La prima del menor, cuya identidad tampoco ha sido revelada, señaló a la citada cadena de televisión británica que "no se debería poner a un menor en una situación como ésta".

"Te puedes imaginar que esto le pase a un hombre de 30 años, pero no a un niño pequeño. Si el profesor tenía alguna preocupación, debería haber sido acerca de su ortografía", dijo esa pariente, que aseguró que tras lo ocurrido al niño "le asusta escribir, usar su imaginación".

En virtud de la Ley Antiterrorista y de Seguridad de 2015, los colegios y universidades del país tienen la obligación de intentar prevenir que los alumnos sean embaucados en actividades terroristas.

Según la BBC, la conducta de los profesores del citado colegio de primaria ha sido criticada por quienes opinan que los maestros han exagerado por temor a quebrar la ley, en lugar de haber empleado su sentido común.