«Cuando vi en las revistas que la infanta Leonor llevaba uno de nuestros vestidos en el bautizo de su hermana se me puso la carne de gallina. Es como una recompensa a tantos años de trabajo», comenta ilusionada la diseñadora zaragozana María Romero.María ha dedicado tres décadas a vestir a los más pequeños de la casa y sus prendas ocupan los escaparates de las tiendas españolas más exclusivas. En otros países, como Italia o Francia, su nombre se ha convertido en un símbolo de sencillez, elegancia y buen gusto. El secreto de su éxito reside en la manera de mimar sus creaciones, trabajándolas con los mejores materiales y de manera artesanal. Cada detalle es único y en él da rienda suelta a su creatividad buscando, en todo momento, el toque que más favorezca al niño.