Rescatan el ejemplo del 'PM' de Nueva York, un diario de los años 40, progresista y sin publicidad

  • Una exposición recupera el extraordinario material gráfico del periódico, en el que colaboraron Weegee, Helen Levitt, Margaret Bourke-White, Arthur Leipzig...
  • Acusado de simpatías comunistas por difamaciones de la competencia, el 'PM' se editaba en el mejor papel nunca usado en un tabloide y sobrevivió de 1940 a 1948.
  • El diario fue siempre  fiel a sus principios: estar 'en contra de los opresores', ser 'absolutamente libre y sin censura' y 'poder y atreverse a decir la verdad'.
Foto de Irving Haberman de una familia desahuciada en 1948
Foto de Irving Haberman de una familia desahuciada en 1948
PM Stamp, Culver Pictures, Inc. Stamp, Culver Pictures - Courtesy Steven Kasher Gallery - From PM New York Daily: 1940-48
Foto de Irving Haberman de una familia desahuciada en 1948

El 18 de junio de 1940 los quioscos y voceadores callejeros de prensa de Nueva York ofrecieron un nuevo diario a los lectores. La primera plana, arrevistada en consonancia con el papel primordial que jugaría la fotografía en el recién nacido medio, estaba presidida por la escueta cabecera PM, que se refería tanto a la condición vespertina del periódico como a las iniciales de picture magazine (revista ilustrada), bajo la cual constaba el precio de venta: 5 céntimos.

Aunque la maqueta era novedosa, con una gran foto siempre mandando, y se modernizaría aún más con el tiempo, avanzando tendencias minimalistas que parecían un salto hacia el futuro, lo realmente infrecuente estaba en el editorial inicial: "PM está en contra de las personas que oprimen a otras personas. PM no acepta publicidad. PM no pertenece a ningún partido político. PM es absolutamente libre y sin censura. La única fuente de ingresos de PM son sus lectores y sólo ante ellos nos sentimos responsables. PM es un periódico que puede y se atreve a decir la verdad".

A la izquierda con descaro

Situado con descaro y sin evasivas a la izquierda del espectro ideológico, el diario, casi un milagro, no faltó a ninguna cita con la audiencia hasta el 22 de junio de 1948 —en esta web se pueden descargar en formato PDF muchas páginas de la colección completa, de la que también hay ejemplos más parciales en Old Magazines—. Una exposición rescata, muestra respeto y se asombra de la coherencia del periódico, el proyecto de dos singulares idealistas que colocaban la libertad de prensa y el respeto por los derechos humanos ante cualquier otra consideración: el director editorial Ralph Ingersoll (1900-1985) y el financiero de Chicago Marshall Field III (1893-1956), que puso la inversión inicial de 1,5 millones de dólares.

PM New York Daily: 1940-48 es la primera exposición que recobra el legado del diario. Se concentra en la aportación fotográfica de PM, cuya ambición era ser "mitad diario, mitad revista gráfica", utilizaba el mejor papel de la época para un tabloide para garantizar la calidad de las imágenes y atrajo, al llamado de Ingersoll, que tenía bien merecida fama porque antes había trabajado como editor en la empresa Time-Life, para la que diseñó en los años treinta la revista Fortune, a algunos de los mejores reporteros de los años cuarenta.

'Escribir historias con fotografías'

La promesa del editor, un tipo de quien dicen que nunca usó en vano una palabra dada, fue que los fotógrafos serían "una parte vital e integral" de PM y que les iba a permitir "escribir historias con fotografías, como los periodistas lo hacen con palabras". Era de tal calado el compromiso que en el primer editorial escribió que la fotografía es "un instrumento más importante que la objetividad para comunicar la verdad" y que la línea editorial sería similar a la de los "periódicos ilustrados izquierdistas de la Europa de entreguerras, como Arbeiten Illustrierte Zeitung, Vu y Ce Soir".

Así llegaron al vespertino reporteros independientes como el reportero de sucesos Weegee, Helen Levitt, Morris Engel, Margaret Bourke-White, Mary Morris, Irving Habermann, y Arthur Leipzig. La exposición de Nueva York, en la Steven Kasher Gallery entre el 14 de enero y el 20 de febrero, muestra 75 imágenes publicadas en el diario, entre ellas escenas de asesinatos en el lugar de los hechos captadas por Weegee —y anotadas con su característico cinismo: "le ataron una etiqueta en el brazo con DOA" (dead on arrival, ingresó cadaver)—.

Hemingway, Hammett, Hellman, Parker...

La ilusión que PM sembró en el gremio periodístico era igual de imparable entre los redactores: 11.000 solicitudes de trabajo fueron formuladas a PM cuando se anunció que buscaban 150 periodistas para la plantilla inaugural. Entre los colaboradores literarios del "cruzado liberal que lucha por la libertad", como a veces era llamado el PM en el gremio, destacaron grandes figuras de la narrativa estadounidense, entre ellos Ernest Hemingway, Dashiell Hammett, Dorothy Parker, Lillian Hellman y Erskine Caldwell.

El diario tuvo que soportar insidiosas campañas de difamación de los grandes lobbies mediáticos conservadores, que acusaron a PM de ser un apéndice quintacolumnista de los bolcheviques pese a que el diario mantuvo una línea editorial de claro enfrentamiento al estalinismo y era criticado también en el Daily Worker del Partido Comunista de los EE UU.

En una época en que la mayoría de las publicaciones de Nueva York eran "firmemente conservadoras", el vespertino logró mantenerse firme en la decisión de no insertar publicidad, ser "ajeno a las presiones comerciales" y dedicar una media de seis páginas al día a información laboral, resaltan los organizadores de la muestra.

Apoyo a la intervención antinazi de los EE UU

El diario, que "apoyó ardientemente" la intervención de los EE UU contra Hitler y se opuso con el mismo fervor a la discriminación racial y religiosa, llegó a tener una circulación de 165.000 ejemplares al dia, pero nunca alcanzó la cifra de 225.000 que necesitaba para cubrir gastos. El 22 de junio de 1948 PM editó su último número.

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