El pintor abstracto, minimalista y frenético Frank Stella recibe el homenaje del museo Whitney

  • El artista estadounidense, que ha cumplido 79 años, expone una retrospectiva en la pinacoteca de arte moderno: han elegido 100 obras de entre 10.000.
  • Fundador del minimalismo y la abstracción postpictórica y defensor de la idea de que "en el arte lo que ves es lo que ves", ha sido llamado genio y bufón.
  • Es el único pintor vivo, junto con Jasper Johns, que ha expuesto dos veces en el MoMA. La muestra del Whitney tiene pretensión biográfica.
'Harran II", una obra en polímero de 1967 del artista estadounidense Frank Stella
'Harran II", una obra en polímero de 1967 del artista estadounidense Frank Stella
Solomon R. Guggenheim Museum, New York © 2015 Frank Stella/Artists Rights Society (ARS), New York
'Harran II", una obra en polímero de 1967 del artista estadounidense Frank Stella

Frank Stella (EE UU, 1936) es admirado como un creador inagotable y entregado de manera obsesiva al arte. Desde finales de la década de los años cincuenta del siglo pasado, ha firmado miles de obras —no hay un cómputo exacto, pero el censo no baja de 10.000— y nadie le puede negar el frenesí de la actividad. También le han tildado de bufón y alguna de sus obras al aire libre en lugares públicos, como Anabel, una estructura metálica en forma de flor abstracta de diez metros de altura ubicada en Seúl acostumbra a aparecer en las relaciones de las esculturas más feas del mundo.

Una de las pinacotecas de arte moderno de referencia mundial, el Whitney Museum of American Art de Nueva York, vuelve a colocar al artista —dueño de una de las definiciones más repetidas, por simple y sagaz, del siglo XX: "en el arte lo que ves es lo que ves"— en primera linea con Frank Stella: a Retrospective. El pintor se ha encargado en persona de seleccionar el centenar de obras que, en su opinión, sintetizan una carrera marcada por una sola premisa: "la combinación espacial de linea, plano, volumen y punto".

'Muchas innovaciones'

En cartel hasta el 7 de febrero de 2016, la exposición, que ocupa 560 metros cuadrados del museo, el objetivo de la retrospectiva es ofrecer un sumario de los casi sesenta años de dedicación de Stella "sin perder de vista la crudeza y la textura de sus muchas innovaciones", dice el coordinador de la muestra, Michael Auping. "No se trata simplemente de lo dilatado de su carrera, sino de mostrar la intensidad de su obra y la habilidad que ha demostrado para reinventarse como artista", añade otro de los curators del Whitney, Adam D. Weinberg.

Ordenada de forma cronológica, la exposición se inicia con los trabajos iniciales y minimalistas y las pinturas monocromas y rayadas —las conocidas como black paintings— que dieron a conocer a Stella como un investigador formal de la abstracción. De esta época es Die Fahne Hoch! (La bandera alzada, 1959), un cuadro neutral —un ejercicio "ilusionista de la pintura a una velocidad constante", diría el autor—, que subraya la superficie plana del lienzo y las dos dimensiones de la obra, presentando una especie de falsa ventana hacia las trimensionalidad.

Cuadros sobre aluminio y cobre

Las pinturas negras, cuyo patrón siguió Stella durante la década de los años sesenta, fueron un importante catalizador para el arte minimalista y tuvieron gran influencia en la búsqueda de la esencia primordial como objetivo creativo. Stella, una vez agotada la fórmula, empezó una nueva etapa con cuadros sobre aluminio y cobre —como Empress of India (La emperatriz de la India, 1965)— y, ya en la década siguiente, se dedicó con intensidad al grabado, que combinó con collage —Eskimo curlew, 1976—.

En su camino de exploración frenética ha mantenido la preocupación fundamental por los elementos básicos del color, la forma y composición, pero con el tiempo sus lienzos comenzaron a buscar la imitación de las formas de relieves de la naturaleza —en Raft of the Medusa (La balsa de la medusa, 1990) del cuadro emerge una abstracción esculpida en aluminio— y los polígonos irregulares asimétricos que exploran la tensión de los colores en la superficie plana del lienzo y el efecto óptico de las formas de avance y retroceso: Harran (1967) es la obra precursora de este nuevo enfoque.

Complejas esculturas basadas en 'Moby Dick'

La segunda mitad de la carrera del artista está relacionada con la literatura y la música, sobre todo con la novela Moby Dick, de Melville, que ha explorado como espacio de trabajo para crear complejas formas esculturales formadas por relieves con formas curvadas, cónicas y elementos arquitectónicos. Para crear las obras, el artista utiliza collages y maquetas agrandadas y recreadas con la ayuda de asistentes y tecnologías digitales.

Stella, que cumplirá 80 años en 2016, destaca como "uno de los grandes pintores abstractos de nuestro tiempo", recuerdan los organizadores de la muestra, que también señalan al veterano creador e infatigable experimentador como el único artista vivo, junto con Jasper Johns (1930), que ha expuesto dos veces en el MoMA.

Frank Stella: a retospective, concluyen, subraya el "importante papel" que juega el creador abstracto en la historia del arte del último medio siglo por las "conexiones conceptuales" de su producción "extraordinariamente expansiva y generativa". Stella, culminan, es ejemplo de "artista siempre inquieto y con nuevas ideas".

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