Tras numerosas «negligencias», Victoria García decidió presentar una reclamación en el Hospital General. Allí se negaron a aceptar su queja y le dijeron que esperara a estar tres meses en lista de espera para una operación de hernia discal. Y obviaron sus otras protestas por mala atención.  

Solamente le ofrecieron un impreso para reclamar errores de otros hospitales y  le advirtieron de que, si acudía a la privada, la Seguridad Social no le sufragaría los gastos, pues no es un caso vital.  Victoria asegura que en la Conselleria de Sanidad le dijeron que no podían ayudarla. Y en el Hospital, que todo es un «malentendido».

¿Errores? Le dieron tantos calmantes que, afirma, le causaron hepatitis crónica, traspapelaron una de sus resonancias y en su historia clínica incluyeron la de otra persona...

Y desde 2000 sufre unos fortísimos dolores de espalda, que, con 47 años, le impiden andar. Cuando al fin la mandaron a Reumatología, allí la olvidaron mientras estaba en la sala de espera y la citaron para nueve meses después.

Ahora le han advertido de que le quedan ocho meses de espera para operarla, e incluso se ha planteado acudir a la sanidad privada. «Pero mi pensión no me permite pagarlo», subraya. Cobra esa paga por un accidente laboral en el que perdió cuatro dedos de una mano.

Tras varios años tomando calmantes, a Victoria la mandaron a la Unidad del Dolor de La Fe, en Valencia. En principio, le dieron esperanzas: le aplicarían una nueva técnica. Pero la llamada que le aseguraron para junio de este año no llegó, y le han advertido de que hasta después del verano sus dolores no cesarán. Además, sólo han tenido en cuenta una de sus afecciones, la menos grave, y el volante para ir al especialista se ha traspapelado.