No sólo los vecinos del centro se quejan de los ruidos. En una nueva zona de la ciudad como El Romeral (3.400 personas) –entre Colonia Santa Inés y El Cónsul–, la eclosión de bares y otros establecimientos ha llevado a sus habitantes a organizarse en un colectivo que han denominado Asociación de Vecinos contra el Ruido El Romeral.

Unos 60 locales ofrecen allí tapas, almuerzos y cenas, bebidas, helados y té. El portavoz de esta organización ciudadana, David Orellana, asegura que la mayoría pone en la calle el doble de mesas que las que el Ayuntamiento de Málaga les permite en su licencia. «Lo único que pedimos es poder dormir después de las cero horas, –recalca Orellana– algunos están abiertos hasta las tres de la madrugada».

Las reivindicaciones de El Romeral son dos y se dirigen al Consistorio. Por una parte, piden que Vía Pública inspeccione detalladamente cada uno de los establecimientos y sancione a los locales que se excedan en las mesas puestas en la calle. Por otra, reclaman que Medio Ambiente haga mediciones del ruido por las noches. Con esto, la asociación pretende que el Ayuntamiento declare la zona como acústicamente saturada, lo que supondría que los recintos hosteleros deberían cerrar antes.

«Nos da igual que por las mañanas tengan todas las mesas que quieran en las aceras. Lo que queremos es dormir», insiste Orellana.

Por su parte, el dueño de la tapería Tapaloka, Salvador Martín, afirma que los establecimientos de la avda. Plutarco han decidido cerrar a las 00.30 horas en lugar de a la 1.00 para molestar menos. «Es normal que haya ruido. Los vecinos se están quejando demasiado».