En algo menos de 24 horas, España ha vuelto a sumar dos episodios más en la crónica negra de la violencia de género: tres mujeres fallecieron en dos tiroteos ocurridos en Córdoba y Valencia.

El primero de ellos ocurrió en la localidad cordobesa de Baena. Una mujer de 28 años fue encontrada muerte en un cortijo del pueblo, con heridas de producidas por un disparo de escopeta. Junto a ella estaba su pareja, un hombre de 51 años, que supuestamente se suicidó tras cometer el crimen. En este caso no había denuncias previas por violencia machista.

El segundo caso se produjo este domingo por la tarde en Llíria (Valencia). Dos mujeres, madre e hija, murieron tras recibir los disparos a bocajarro del exmarido de la última, que acabó entregándose. El suceso se produjo a las 17.00 horas, cuando el presunto autor bajó del coche y disparó a bocajarro contra las mujeres, que estaban con un menor de cuatro años, que resultó ileso.

Según las fuentes del Ayuntamiento de Llíria, el marido tenía una orden de alejamiento.

Tanto el presunto agresor como las víctimas son de etnia gitana.

Ambos crímenes llegan el mismo fin de semana en el que se produjo una multitudinaria manifestación en Madrid "contra las violencias machistas".

Fue convocada por más de 400 colectivos y en ella se exigió que el "terrorismo machista" sea una cuestión de Estado.

Por su parte, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha pedido "unidad y compromiso" desde su cuenta de Twitter tras los asesinatos.

"Mi condena al asesinato de una mujer en Baena (Córdoba). Unidad y compromiso de tod@s para vencer esta lacra. #HaySalida". Más tarde, Alonso ha utilizado también esta red social para denunciar el asesinato de dos mujeres, madre e hija, ambas de etnia gitana, en la localidad valenciana de Llíria.

"Condena al horrible asesinato de Llíria. Acabaremos con la violencia machista. Esta lucha es una prioridad de tod@s #HaySalida", ha expresado en ministro.