Zapatero llega a México para fomentar las relaciones económicas, mientras que el PRD dice que no es bien recibido

  • El Ejecutivo desea que "sigan progresando" las inversiones españolas.
  • Firmará un acuerdo de cooperación en la lucha contra el terrorismo, la delincuencia y el narcotráfico.
  • El movimiento político del ex candidato López Obrador afirma que Zapatero "no es bienvenido".
Zapatero con la Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza y el alcalde de Cancún, Francisco Alor a su llegada a Cancún.
Zapatero con la Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza y el alcalde de Cancún, Francisco Alor a su llegada a Cancún.
EFE / Elizabeth Ruiz.
Zapatero con la Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza y el alcalde de Cancún, Francisco Alor a su llegada a Cancún.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó el domingo a Cancún para una visita oficial a México, país en el que, según destacó, el Ejecutivo desea que "sigan progresando" las inversiones españolas después de que 2006 fuese el mejor año para el comercio bilateral.

"Hay ganas de seguir invirtiendo", manifestó Rodríguez Zapatero en el aeropuerto de Cancún, acompañado por su esposa Sonsoles Espinosa, y por los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y de Industria, Joan Clos, cuando se cumplen 30 años de las relaciones económicas entre los dos países.

Apoyo a Calderón

En declaraciones a los periodistas, Zapatero mostró su "apoyo total" al Gobierno mexicano en la lucha contra el crimen y el narcotráfico, convencido de que "una sociedad sólo prospera si es libre y segura".

Zapatero hizo además hincapié en el contenido económico del viaje, dado que las inversiones españolas son "muy fuertes" en México y añadió, "queremos inversiones mexicanas" en España.

Al margen del sector turístico, el jefe del Gobierno español destacó la importancia de los intereses españoles en sectores como las infraestructuras, las telecomunicaciones y la energía.

Agenda de la visita

El domingo por la mañana Zapatero mantendrá un encuentro informal con el presidente mexicano, Felipe Calderón, y juntos visitarán las ruinas mayas de Chichen Itzá.

De vuelta en Cancún, Zapatero tiene previsto mantener un encuentro con los principales empresarios del sector turístico con intereses en México, donde España es el segundo país inversor, por detrás sólo de Estados Unidos.

Por la tarde viajará a México DF y se reunirá con representantes de la colectividad española que vive en el país y el día 16 asistirá a una ofrenda floral en el Altar de la Patria y se encontrará con los "niños de Morelia", los hijos de familias republicanas que fueron acogidos por México durante la Guerra Civil española.

Las delegaciones de los dos países se reunirán en el Palacio Nacional con el objetivo de firmar un "Acuerdo para el fortalecimiento de la asociación estratégica" que une a los dos países, un convenio con el que se busca reforzar la cooperación en la lucha contra el terrorismo, la delincuencia y el narcotráfico.

Rechazo de Obrador 

El movimiento político del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador afirmó hoy que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, "no es bienvenido en México".

En un comunicado, el secretario de Relaciones Internacionales, Gustavo Iruegas, sostuvo que la visita oficial del mandatario español, que finaliza el martes, constituye "un peldaño más en una escalada de agravios que ha hecho al pueblo" mexicano.

Los supuestos agravios comenzaron, según Iruegas, cuando el mandatario español felicitó públicamente al presidente de México, Felipe Calderón "por un supuesto triunfo electoral antes de que concluyera el proceso de escrutinio", el año pasado.

A juicio de Iruegas, todo se trató de "una sucia maniobra" del gobierno del ex presidente Vicente Fox en la que Rodríguez Zapatero fue un supuesto "cómplice" y que estaba "destinada a inducir esas felicitaciones que se traducirían como reconocimientos del fingido triunfo calderonista".

Después de su derrota en las pasadas elecciones presidenciales, en las que perdió las elecciones por apenas 233.831 votos de los más de 41 millones emitidos, López Obrador se autoproclamó "presidente legítimo" de México y encabeza un movimiento político a modo de gobierno paralelo.

El izquierdista, que en los pasados comicios del 2 de julio fue postulado a la Presidencia de México por el Partido de la Revolución Democrática en coalición con el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia, no reconoce la victoria de Calderón.

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