La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a dos años de cárcel por intento de homicidio a un hombre que clavó un cuchillo en el pecho a su vecino para acabar con su vida durante una discusión. Además, también ha impuesto una pena a la víctima de un año de prisión por un delito de lesiones, ya que, en la reyerta, le propinó al otro un golpe con un palo en la cabeza.

La sentencia considera probado que el 11 de abril de 2014, sobre las 21.30 horas, se encontraron en la calle dos vecinos que mantenían desde hace tiempo malas relaciones de vecindad. En el marco de la contienda, uno de ellos, "con intención de acabar con la vida" de su vecino, le clavó un cuchillo en el pecho, mientras el otro le propinó al primero un golpe en la cabeza con un palo.

Uno de ellos, el que había recibido la cuchillada, sufrió lesiones consistentes en una herida contusa en hemitórax derecho que no afectó a planos profundos, de forma que la víctima solo precisó de una primera asistencia facultativa, sin que tuviera que someterse a tratamiento médico o quirúrgico para que sanaran las heridas.

El segundo vecino presentaba traumatismo craneoencefálico ocasionado por dos heridas cruzadas en región biparietal hasta región frontal de unos seis centímetros. También tenía herida en el hombro izquierdo de 1,5 centímetros y lesión en un dedo. Para curar las lesiones, necesitó tratamiento médico.

CONDENA

La Audiencia vizcaína ha condenado a la persona que clavó un cuchillo en el pecho a la otra a la pena de dos años de prisión como autor de un delito de intento de homicidio y le ha impuesto la prohibición de acercarse a su víctima a menos de 300 metros en un plazo de tres años. Además, le deberá pagar una indemnización de 500 euros.

Por su parte, el segundo vecino ha sido condenado a un año de cárcel por las lesiones que ocasionó al otro al pegarle con un palo y deberá indemnizarle con 3.500 euros.

A la hora de dictar sentencia, el Tribunal ha tenido en cuenta la eximente incompleta en el caso de ambos participantes en la reyerta. Uno de ellos, de 38 años de edad, presentaba trastorno adaptativo mixto de emociones y comportamiento que guarda relación de causalidad con el conflicto vecinal, disminuyendo sus capacidades psíquicas.

El otro, de 59 años, presentaba un trastorno de personalidad con rasgos paranoides, con sus facultades intelectuales y volitivas disminuidas.