Más de medio centenar de padres y madres de alumnos de Educación Infantil y Primaria del colegio público Agapito Marazuela, en Coslada, han comenzado una campaña de recogida de firmas para mostrar su "disconformidad" con la implantación del uniforme a partir del próximo curso escolar.

La decisión de que los estudiantes lleven uniforme fue comunicada a todos los padres mediante una carta a finales de junio, después de ser aprobado por el Consejo Escolar del centro educativo.

Algunos padres han recibido la noticia como una "imposición precipitada" por parte de la dirección del colegio por lo que han presentado una carta de protesta ante el centro, el Ayuntamiento de Coslada y la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid.

Consideran la ropa "sexista y poco cómoda"

Además, exigen la convocatoria de una asamblea general a principios de curso para establecer a votación la decisión de implantar una determinada vestimenta a los alumnos.

Para Raquel Melero, madre de dos niños de 7 y 10 años que acuden al colegio, el uniforme es un intento de "lavar la imagen del centro dándole una imagen privatizada ante la llegada de más alumnos de integración, cuando lo que hay que trabajar son otras cosas de fondo, no hacer que parezca lo que no es".

El uniforme propuesto por el centro escolar consiste en una falda de tablas o pantalón gris marengo, un polo o camisa blanca, un jersey azul marino, zapatos negros, azules o marrones, y calcetines azules.

Unos 30 centros ya usan uniformes

Los padres que se oponen al uniforme califican esta prenda de "sexista, poco cómoda y en contra de la diversidad y la pluralidad, porque recuerda al ejército" y protestan por haber recibido la información en periodo vacacional, "no dejando opción a cambiar de centro por encontrarnos fuera de plazo", señaló Melero.

Otra de las quejas por parte de los padres es la "justificación" de la implantación del uniforme a través de una encuesta anónima de opinión, cuyas preguntas consideran "manipuladas y mal formuladas", según la carta remitida a la Consejería.

De los 750 centros públicos de infantil y primaria de la región, cerca de una treintena de colegios se han sumado a la iniciativa de implantar el uniforme en las aulas, según la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid desde donde se defiende esta medida como una forma de lograr "igualación social".