Miles de personas se manifestaron el domingo por tarde en Rabat ante la embajada de Suecia en protesta por la postura de este país con respecto al Sáhara Occidental y ante la posibilidad de que el gobierno sueco reconozca a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Un responsable policial que mantenía el orden en la puerta de la embajada cifró el número de manifestantes en 30.000; en cualquier caso, es una de las mayores concentraciones vistas en Rabat en este año.

Llegados desde todos los puntos de Marruecos en autobuses (había al menos un centenar en un aparcamiento cercano), los manifestantes, en su mayoría jóvenes, profirieron vivas al rey y al Sáhara, y corearon eslóganes, en los que las palabras más repetidas fueron "nuestro Sáhara".

Había entre ellos jóvenes bailarines de 'breakdance', 'boyscouts', miembros de un club de moteros y hasta funcionarios de la Iniciativa Nacional de Desarrollo Humano con sus uniformes; todos ellos portando banderas, retratos del rey y pancartas sobre "la unidad nacional".

Voluntarios repartían pasquines con las compañías suecas para las que pedían el boicot, entre las que identificaban a Ikea, H&M, Volvo, Skype, Ericsson y Scania, mientras un helicóptero de la Gendarmería sobrevolaba el lugar grabando imágenes entre aplausos de los asistentes.

El pasado jueves, el gobierno marroquí anunció un boicot a las compañías suecas "en reciprocidad" por el trato que las marroquíes reciben en Suecia, aunque la embajada de Suecia reaccionó desmintiendo que exista boicot alguno a los productos marroquíes.

Al día siguiente, la ministra sueca de Exteriores, Margot Walström, dijo que el reconocimiento de la RASD no está sobre la mesa, pero señaló que su gobierno está esperando el informe de un embajador volante en el Magreb para tomar una decisión al respecto.

El pasado lunes, las autoridades de Casablanca anularon la inauguración de la planta de Ikea, que iba a ser la primera de Marruecos y del Magreb, con el argumento de que faltaba un permiso urbano, mientras que al día siguiente la sede casablanquesa de la compañía Volvo fue cerrada en aplicación de una orden judicial.