La Comunidad de Madrid ordenó ayer el cierre cautelar de la residencia privada de ancianos de Alcobendas en la que Telecinco grabó un vídeo con cámara oculta en el que se mostraban las vejaciones a las que sometían a los ancianos.

Los motivos son el presunto trato vejatorio de los ancianos y para evitar que se sigan produciendo los supuestos malos tratos denunciados.

El Consejo de Gobierno de la Comunidad decidió en su reunión de ayer el cierre cautelar de la residencia de ancianos Juan XXIII, en Alcobendas. La Consejería de Familia y Asuntos Sociales dio orden para que sus inspectores se personaran en el establecimiento y procedieran a su clausura.

La Comunidad prestará su ayuda a los familiares para buscar nuevos alojamientos a los ancianos afectados. Anoche aún había residentes en el centro, a los que todavía no se les había encontrado plaza en otro lugar.

Máxima sanción posible

La medida permanecerá vigente mientras se sustancie el expediente de investigación abierto por el Gobierno regional después de Telecinco emitiera unas imágenes grabadas con cámara oculta en las que se veía cómo los ancianos eran maltratados y las pésimas condiciones en las que vivían.

La investigación iniciada con motivo del expediente sancionador abierto al centro acabará con la imposición de la "máxima sanción que permita la ley" a los responsables del centro, si se demostrara que hubo trato vejatorio a los ancianos, según confirmó Ignacio González, vicepresidente primero de la Comunidad.

Gritos de "no me pegues"

En la residencia "bañaban a los ancianos con la ventana abierta en invierno a las cinco de la mañana" y "reutilizaban los pañales", según contaban ayer vecinos de viviendas cercanas. Algunos dicen haber escuchado gritos de "no me pegues". Una mujer relató que vio desde su ventana cómo "tiritaban de frío los ancianos". IU ha exigido más inspectores que controlen las residencias.