(Risas) Es que si no pasaran cosas sería aburrido. Es Urgencias, y ahí pasa de todo, seguro que la realidad supera la ficción.

¿Puede ser por eso que su personaje sea un poco agrio?

No es agrio, es borde. Urgencias es un sitio complicado. El de Teresa es un personaje tierno, pero para que no se le suban a la chepa tiene que ser un poco seca. Además, me gustan los papeles de mala.

¿Ah sí?

(Risas) Claro, los malos son mucho más divertidos, a mí me habría encantado hacer de Ángela Channing.

Después de 13 temporadas, ¿no es como ir a la oficina?

No, porque aunque es el mismo personaje, siempre son cosas distintas y ha evolucionado. Ahora es más cotilla, más tierna y menos borde.

¿Por qué gustan tanto las series de médicos?

Es un enigma. De niños todos jugamos a los médicos y a los policías, y las series de médicos y policías son las que más gustan. Además, un hospital es algo cercano, un poco el reflejo de la sociedad.

A la gente no le gustan los hospitales, pero usted estará inmunizada...

(Risas) Qué va, tampoco me gustan los hospitales. Eso sí, es verdad que cuando voy a uno todo me resulta familiar. Hace poco me tuvieron que operar y en el quirófano me daba la risa porque me parecía todo de mentira, como en la serie.

Creo que personajes como el suyo le dan continuidad a las ficciones.

Es posible. Es un personaje secundario, pero básico. Está al fondo, pero siempre está. Soy una actriz de personajes secundarios, y el de Teresa es maravilloso y le tengo mucho cariño.

¿Se parece usted a Teresa?

(Risas) Qué va, soy más joven que el personaje, no estoy casada ni tengo hijos... Me gusta mucho viajar y salir con los amigos, y sobre todo, no soy nada maruja.

¿Qué habría sido de no ser actriz?

Pues periodista. Hice la carrera, pero nunca llegué a ejercer. Acabé Arte Dramático y Periodismo con un año de diferencia. Tengo el título guardado en algún rincón... (risas).

Bio

Lleva treinta años en la interpretación. Cuando no tenía trabajo, ponía en marcha y dirigía sus propios montajes teatrales.