Utilizar el metro en plena ola de calor en Madrid se ha convertido estas semanas en un verdadero infierno pese a que todos los trenes están refrigerados. Los usuarios de este medio de transporte público están teniendo que soportar temperaturas de al menos 35 grados en algunos andenes y vestíbulos del suburbano, según las últimas mediciones realizadas por el servicio de prevención de riesgos laborales de Metro de Madrid. Esta cifra se queda incluso corta, "ya que las comprobaciones se hicieron por la mañana, cuando aún las temperaturas no estaban en máximos", precisan desde Comisiones Obreras, que estuvo presente en las mediciones. Por fortuna, este miércoles los termómetros dieron un respiro, aunque sea hasta este viernes.

"El problema es que los aparatos de aire acondicionado de los trenes genera aire caliente que se expulsa a los túneles y, por tanto, a las estaciones. También generan aire calientes los aparatos de aire acondicionado de los cuartos de los trabajadores, las taquillas y locales comerciales", explican fuentes sindicales de metro de UGT.

El calor se hace más notorio en las líneas 1, 2, 3, 5 y 6, que están entre las más transitadas de la red. Según el último informe anual de Metro, los usuarios realizaron en 2013 en estas líneas unos 325 millones de viajes, lo que supone un 41,6% del total anual (557). "Se trata de las líneas más antiguas del metro, las que circulan por la almendra central. Por sus características de construcción es complicado introducir mejoras en la ventilación", explican desde CC OO. "En la línea 3, por ejemplo, el peor tramo es el que hace el trayecto entre Legazpi y Moncloa, que es el más antiguo", dicen desde UGT.

Fuentes de Metro de Madrid han asegurado a 20minutos que están trabajando para mejorar los sistemas de ventilación. "Actualmente lo que hacemos es cerrar las zonas de ventilación durante las horas de más calor y reabrir los conductos por la noches solo durante las horas más frescas. En invierno, el sistema funciona al revés", explica un portavoz del suburbano.

Ambos sindicatos coinciden en que la zona de venta de billetes de cercanías de la estación de Atocha, que depende de Renfe, es el punto más caliente: "Resulta escandaloso. Se han llegado a superan los 35 grados. El aire acondicionado ha estado estropeado bastante tiempo y aunque lo han arreglado aún hace calor".

En los autobuses de la EMT, por su parte, la queja generalizada de los usuarios se debe a la diferencias de temperatura que en ocasiones existe entre unos vehículos y otros. "Como la regulación de la temperatura queda al arbitrio de cada conductor, te puedes encontrar con autobuses con una diferencia brutal de temperatura. En unos puede estar el aire a 18 grados y en otros perfectamente a 25", señala el colectivo de viajeros Ecomovilidad.net. "Es muy difícil mantener una temperatura adecuada en las líneas con muchas paradas porque al abrir y cerrar las puertas constantemente se pierde temperatura", justifican desde CC OO.

Como ya publicó este diario, los usuarios de instalaciones públicas también están sufriendo los rigores de una canícula que ha alcanzado casi los 40 grados (39,9º C) en algunos puntos de la región, la temperatura más alta en un mes de julio desde 1920. Centros de salud, juzgados y bibliotecas son los espacios públicos más afectados por el calor con temperaturas que oscilan entre los 30 y los 39 grados, según los sindicatos CC OO, UGT y CSIF. 20minutos también ha recibido quejas por las altas temperaturas en el Hospital de Guadarrama.

Paqui Rubio (57 años): "La línea 1 es un infierno"

"Hace muchísimo calor en el metro, sobre todo en la línea 1, que para mí es como el infierno. Deben tomar medidas urgentes para solucionar esto. Yo me he encontrado en ocasiones cono trenes que circulan sin aire acondicionado".

José Antonio Salgado (42 años): "En el metro sudo siempre"

"En mi opinión la línea 1 y la 6 son las más calurosas de toda la red. Incluso cuando entras en el vagón hace calor pese al aire acondicionado porque se masifica. Vamos como sardinas en lata. En el metro suelo sudar siempre, es inevitable".

Tatiana García (23 años): "Deberían poner ventiladores"

"Yo soy de las personas que más está sufriendo la ola de calor. Trabajo ocho horas al día vendiendo carcasas para teléfonos móviles en la estación de Atocha. Es realmente insoportable. Deberían poner unos cuantos ventiladores".