La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, ha demostrado a la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, que la falta de tiempo no es impedimento para abrir los comedores escolares en verano. En apenas dos semanas, Cifuentes ha desarrollado un programa de alimentación escolar que benefiaciará a miles de niños madrileños, mientras que Carmena no pudo. Desde este jueves, unos 5.500 menores se incorporarán a los comedores escolares en los 160 colegios que estarán abiertos durante el verano en la Comunidad de Madrid, donde acudirán para recibir la comida y para participar en las actividades extraescolares, medida que costará un máximo de 4 millones a las arcas de la región. El coste estimado por niño es de 500 euros y la medida estará en marcha aproximadamente hasta el 8 de septiembre, fecha de comienzo del curso escolar.

En esta medida promovida por el Gobierno regional han participado la mayoría de los Ayuntamientos madrileños, salvo una decena, entre ellos el de la capital, que han declinado la propuesta al tener sus propias iniciativas. En el caso de localidades muy pequeñas, en las que sólo uno o unos pocos menores estén en situación de necesidad, la Comunidad ha considerado más eficiente hacerles llegar la comida a domicilio en lugar de abrir específicamente un colegio para atender sus casos.

El consejero de Educación, Juventud y Deporte, Rafael Van Grieken, ha explicado que los niños se han seleccionado partiendo de aquellos que durante el pasado curso recibían la beca comedor: familias beneficiarias de la renta mínima de inserción, familias víctimas del terrorismo, alumnos en acogimiento familiar y familias con renta per cápita inferior a 3.500 euros.

"A estos, los ayuntamientos han agregado otros menores que, según los servicios de asuntos sociales, cumplen con los requisitos para ser beneficiarios de esta medida", ha precisado a 20minutos un portavoz de Educación. Las familias podrán solicitar la incorporación de los alumnos en las cuatro sedes de las direcciones de Área Territorial de la Consejería de Educación, Juventud y Deporte.

Según la Comunidad, el "universo potencial" de posibles beneficiarios de las ayudas era de 16.000 niños (los beneficiarios de la beca comedor en la región), unos 9.000 solo en la capital, y que para atender ese número inicial se ha diseñado un programa de hasta 4 millones de euros. Sin embargo, la renuncia de varios consistorios participar en la iniciativa ha dejado el número finalmente en unos 5.500. Van Grieken ha enfatizado que la Comunidad de Madrid ha organizado este programa en aproximadamente 15 días y que el año que viene podrá prepararse con más tiempo.

En el caso de Madrid capital, su alcaldesa, Manuela Carmena, que ha rechazado sumarse a la iniciativa regional, ha optado por no abrir los comedores escolares y repartir a los menores la comida a domicilio por falta de tiempo para poner en marcha la medida. De esta forma, Carmena ha continuado con el programa de comidas a domicilio que durante el gobierno de Ana Botella el verano pasado atendió a 2.000 menores, aunque ha aumentado el presupuesto de 258.000 a 388.000 euros y ha ampliado la edad de los beneficiarios de los 14 hasta los 18 años. El Consistorio dará así dos comidas al día a 2.700 menores.

Carmena ha negado este martes, tras un encuentro con la presidenta regional, que exista algún tipo de conflicto ante la posibilidad de que la Comunidad decida abrir algunos centros propios en determinados distritos como Puente de Vallecas, Usera y Carabanchel para los niños que necesiten el servicio de comedor. "En absoluto hay ningún tipo de conflicto", ha sostenido la alcaldesa. "Si la Comunidad de Madrid decide abrir dos o tres comedores de determinados distritos con sus propios servicios y ofrecer aporte alimentario por comidas, bienvenido sea", ha afirmado.

También han rechazado la iniciativa de la Comunidad Majadahonda, San Sebastián de los Reyes, Villalbilla, Casarrubuelos, Daganzo, Torrelodones, Alpedrete, Hoyo de Manzanares y Moralzarzal, y como en el caso de la capital, el Gobierno regional se pondrá en contacto con las familias con perfil potencial de recibir ayuda para asegurarse de que ningún menor se queda sin asistencia.