Los Rolling Stones se reconcilian con España, pero no llenan en su concierto de Barcelona

  • En su gira promocional del disco 'A Bigger Bang'.
  • Al concierto de Barcelona le seguirán los de San Sebastián (día 23), Madrid (día 28) y El Ejido, en Almería (día 30).
  • Mick Jagger pidió disculpas por los directos cancelados en nuestro país el año pasado.
Los Rolling Stones, anoche en Barcelona. (EFE)
Los Rolling Stones, anoche en Barcelona. (EFE)
Los Rolling Stones, anoche en Barcelona. (EFE)
Los Rolling Stones se reconciliaron la noche del pasado jueves con el público español que, sin embargo, no llenó el recinto del Estadio Olímpico, preparado para acoger a unos 50.000 seguidores, una imagen que se ha repetido en sus últimos conciertos.

Sobre las 22,15 horas, salió el cuarteto de sesentones ante la ovación de decenas de miles de gargantas: el vocalista Mick Jagger con su americana roja; el guitarrista Keith Richards, con su brillante chaqueta y un bigote testigo de su reciente participación en la última entrega de "Piratas del Caribe"; el también guitarra Ronnie Wood y el batería Charlie Watts. Atrás habían quedado las actuaciones de los ilustres teloneros Loquillo y Biffy Clyro.

Con ganas de agradar desde el primer momento, Jagger comenzó saludando a Barcelona, Cataluña y España, dialogó con el público en catalán y castellano, y pidió disculpas por las suspensiones de los conciertos del pasado año.

Un escenario futurista, combinación de un decorado de "Metrópolis", del Guggenheim de Nueva York o de un moderno edificio de la City londinense, fue testimonio de un espectáculo que comenzó a lo grande, con un "big bang" stoniano, fuegos artificiales y los acordes del "Start me up".

Sobre el escenario acompañando a "Sus Satánicas Majestades" estuvieron el bajista Darryl Jones, el teclista Chuck Leavell, Blondie Chaplin como corista y ocasional guitarrista, los vocalistas Lisa Fischer y Bernard Fowler, los saxos Bobby Keys y Tim Ries, el trompetista Kent Smith y el trombón Michael Davis.

Con un grupo dinosaurio, cuyos componentes suman más de doscientos años, no es extraño que entre el público se pudieran encontrar hasta cuatro generaciones, desde los sesentones que descubrieron a una banda que surgió a la sombra de los Beatles, pero que le ha sobrevivido más de treinta años, hasta los veinteañeros recién llegados.

Unas dos horas duró el concierto en el que temas históricos de los Rolling Stones primaron sobre los de su último trabajo discográfico, "A bigger bang", un álbum que los especialistas consideran uno de sus mejores discos de los últimos veinticinco años, muy superior a títulos como "Undercover", "Dirty Work" o "Bridges to Babylon".

Jagger, los "morritos" más eróticos del más feo de los "sex-symbols", sudó la camiseta con sus ya famosos contoneos, saltos y carreras de un lado a otro del escenario sin que pareciera que los más de sesenta años que tiene dobleguen su vieja alma de rockero irredento.

Al concierto, sexto que los Stones ofrecen en Barcelona desde que visitaran por primera vez la ciudad en 1976 en la plaza de toros Monumental, en su debut en España para presentar su disco "Black and Blue", seguirán los de San Sebastián (día 23), Madrid (día 28) y El Ejido, en Almería (día 30). Esta segunda parte del tour europeo concluirá el 26 de agosto en Londres.

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