El servicio de teleasistencia a domicilio del Ayuntamiento de Madrid ha sufrido un importante retroceso en el último año. La implantación del repago en este servicio ha provocado que su número de usuarios haya ido descendiendo paulatinamente. En concreto, el número medio de usuarios (resultado de sumar el total de usuarios anuales y dividirlo entre los 12 meses) de este servicio en 2014 fue de 91.685, un 12% menos que el año anterior, cuando la media de titulares se situó en 104.302, según datos oficiales del área de asuntos sociales facilitados por el PSOE. El servicio ha perdido 12.617 usuarios de media en un año.

El Ayuntamiento decidió que la teleasistencia, dirigida a la atención de mayores de 65 años en situación de soledad o aislamiento, dejaría de ser un servicio mayoritariamente gratuito el 1 de julio de 2013 (hasta entonces solo pagaban las personas que cobraban la pensión máxima contributiva y tenían menos de 80 años, es decir: el 2% de los usuarios) mediante una modificación del contrato, que finaliza el 31 de octubre y por el que ha pagado un total de 88 millones de euros a las empresas concesionarias.

Desde esa fecha, los nuevos usuarios debían aportar una cantidad mensual en función de la Renta Mensual Per Cápita (resultado de sumar todos los ingresos anuales, tanto pensiones como rentas), mientras que para los usuarios que ya estaban dados de alta no empezaron a pagar hasta el 1 de enero de 2014.

"El repago es el elemento clave para entender esta situación porque se trata de un servicio preventivo. Es lo primero de lo que una persona se quita cuando está en situación de necesidad. Ahora si necesitan algún tipo de ayuda o se sienten solos suelen tirar de amigos y familiares", afirman desde el colegio de trabajadores sociales de Madrid. La concejala socialista Carmen Sánchez Carazo tiene claro que la calidad del servicio ha menguado: "El repago está acabando poco a poco con este servicio, que funcionaba muy bien y que era un ejemplo para el resto de ayuntamientos de España".

Las cifras del padrón municipal ratifican que entre 2013 y 2014 la pérdida de población de personas mayores de 65 años no ha seguido el mismo ritmo descendente que el servicio de teleasistencia. En 2014, en Madrid había solo un 3,7% menos de personas por encima de los 65 años que en 2013.

En principio, los nuevos baremos establecían que los usuarios debían abonar cantidades que van desde los 3 a los 12 euros, lo que significaba ampliar el repago al 64,2% de los beneficiarios, según datos municipales. Sin embargo, el 1 de octubre de 2014, el Consistorio decidió eliminar el tramo de 3 euros, por lo que las rentas inferiores a 614, 29 pasaron a estar exentas del pago. Actualmente, las rentas entre 614,30 y 768,30 euros pagan seis euros; las rentas entre 768,31 y 999,32 nueve euros y las superiores a 999,33 el máximo, doce euros.

"Puede parecer que sea poco dinero, pero unido al copago de los medicamentos, las subidas eléctricas y al hecho de que las pensiones suben a cuentagotas hacen que muchas personas se den de baja. Además, hay muchos mayores que siguen teniendo hijos a su cargo", afirma Julián Gutiérrez, secretario general de la Federación Estatal de Pensionista de CCOO.

El Ayuntamiento no ha ofrecido ninguna razón concreta para explicar este descenso aunque ha destacado que "tras la última modificación en estas aportaciones sean de 0, 6, 9 y 12 euros, en un servicio cuyo coste es de 21 euros. Seguimos pagando la totalidad del coste a quienes no pagan nada, esto es el 44% de los usuarios".

La teleasistencia es un dispositivo tecnológico que conectado a la red telefónica o eléctrica permite comunicación manos libres desde el domicilio con una central de atención que funciona las 24 horas del día y los 365 días del año. Los usuarios disponen de una unidad de control remoto en forma de colgante o pulsera que, al pulsarlo, se conecta con la central de atención. Los principales destinatarios del servicio son personas mayores de 65 años, y especialmente las mayores de 80 que por su edad, estado de salud o soledad precisen este servicio para garantizar su atención. También tienen acceso al servicio las personas con un grado de discapacidad del 65% o más que vivan solas, aunque no hayan cumplido los 65 años.