Dos españoles arrestados durante disturbios por Cumbre del G8 en Alemania

  • El calentamiento global y el Protocolo de Kioto: los dos grandes temas de la cumbre y principales motivos de inconformidad.
  • Estados Unidos rechaza que se le impongan medidas para reducir emisión de gases de ‘efecto invernadero’ y apuesta por un acuerdo ‘Post- Kioto’.

Dos ciudadanos españoles de entre 20 y 28 años, cuyos nombres no han sido revelados, fueron condenados a 10 meses de cárcel por tomar parte en los violentos disturbios que han precedido y acompañado la celebración de la última Cumbre del G8, en Alemania.

El tribunal administrativo de Rostock (este de Alemania) impuso hoy estas penas a cuatro manifestantes, entre ellos los dos españoles, por tirar piedras a la Policía en las protestas del pasado sábado contra la cumbre del G-8. Fueron acusados junto con un alemán y un polaco. Los cuatro fueron declarados culpables de provocar lesiones físicas o intento de agresión contra la Policía.

Su defensa cuestionó la legitimidad de estos procedimientos y consideró que se llevan a cabo precipitadamente, sin pruebas concluyentes, con afán intimidatorio de cara a las previsibles protestas de los siguientes días. Las manifestaciones contra el G-8 empezaron el pasado sábado, en Rostock, y degeneraron en una batalla campal entre la Policía y centenares de violentos del denominado "bloque negro", izquierda radical y de corte anarquista.

En los días pasados se juzgó e impuso asimismo

penas de cárcel a varios manifestantes, entre ellos dos alemanes, un ucraniano y una belga.

¿Cuáles son los temas que se ventilan en esta Cumbre para causar tanto disturbio e inconformidad?

Polonia hace esperar su respuesta

El gobierno polaco mantiene en vilo a los Estados Unidos durante la cumbre del G8, pues de la decisión que este gobierno tome en torno a la instalación en su territorio de una base estadounidense con 10 aviones interceptores depende buena parte de la operatividad del Escudo Antimisiles que los norteamericanos planean crear en Europa para defender este continente de un hipotético ataque iraní con misiles de largo alcance, según ha explicado el presidente George Bush.

La tensión en torno a esta decisión ha aumentado después del anuncio del presidente ruso Vladimir Putin, quien ve como una amenaza real e inmediata para su país la creación de este ‘Escudo Antimisiles’, y ha anunciado que Rusia se verá obligada a apuntar sus misiles atómicos contra blancos europeos, en respuesta a la iniciativa norteamericana.

Lech Kaczynski, el presidente polaco, dijo que no cree que durante esta cumbre del G8 se produzcan grandes avances en un sentido u otro, y recordó que el viernes próximo espera recibir en Varsovia la visita de George Bush para tratar estos temas, y para recordarle a su contraparte norteamericana que Polonia depende casi en un cien por ciento de Rusia para sus importaciones de energía.

"Si al este tuviéramos un vecino más cercano a nuestros valores y capaz de una mayor cooperación, no habría problema para Polonia", señaló.

Las relaciones entre Rusia y Polonia son tensas debido a los planes de Washington de instalar elementos del escudo antimisiles.

Moscú rechaza los argumentos estadounidenses de que el escudo tiene como fin contrarrestar ataques balísticos desde Irán.

Kaczynski sostuvo que cualquier sistema antimisiles en Europa debe proporcionar cobertura a los 26 países de la Alianza, en una referencia a Bulgaria, Grecia, Rumanía y Turquía, que quedarían fuera del escudo estadounidense.

La OTAN estudia dar cobertura a esos países con el sistema de defensa contra misiles de teatro que desarrolla desde hace años y que debe estar plenamente operativo en 2016.

Kioto y el Cambio Climático

Y Estados Unidos mantiene en vilo al mundo, pues ni siquiera las pruebas cada vez más evidentes de que el calentamiento global es algo más que una ‘ficción’ salida de la imaginación calenturienta de un grupo de ‘científicos apocalípticos’, han servido para que este país, principal emisor de los gases causantes del llamado ‘efecto invernadero’ , dé su brazo a torcer y suscriba el protocolo de Kioto.

Por el contrario, durante la Cumbre del G8 Estados Unidos dijo que “

se oponía a establecer objetivos firmes para la reducción de gases de efecto invernadero”.

El presidente de este país, George Bush, señaló que su plan es fijar conversaciones entre los 15 principales emisores de gases de efecto invernadero con el objetivo de acordar reducciones a largo plazo, hacia fines de 2008. Sostuvo que esta iniciativa iba a quedar "dentro del marco de trabajo de la ONU".

Se refirió a esta propuesta como “un paso necesario” para que hacia 2012 se alcance un nuevo tipo de acuerdo, al que denominó “post- Kioto", que no perjudique tanto los intereses económicos de las industrias norteamericanas. Las reacciones a esta respuesta estadounidense no se hicieron esperar.

Policías y manifestantes chocaron cerca del lugar de la reunión, en la costa báltica, mientras los líderes del G8 discutían sobre el cambio climático, las defensas antimisiles y las relaciones frías de Rusia con sus socios.

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