Estados Unidos y la OTAN criticaron el lunes al presidente ruso, Vladimir Putin, por su último ataque contra el plan estadounidense de desplegar un escudo antimisiles en Europa.

El portavoz de la OTAN, James Appathurai, calificó ayer de inoportuna y poco útil la amenaza del presidente Vladimir Putin de dirigir sus misiles hacia Europa si EEUU sigue con su plan de instalar parte de su escudo antimisiles en Polonia y la República Checa.

El líder ruso dijo en una entrevista publicada el domingo que Rusia volvería a su postura de la Guerra Fría, en la que apuntaba misiles hacia Europa, si Washington sigue adelante con su plan de instalar partes de su escudo en Polonia y la República Checa.

Putin reconoció que dicha respuesta podría reanudar una carrera armamentista en Europa, pero aseveró que Moscú no sería la culpable ya que Washington había iniciado la escalada.

"Hasta donde tengo conocimiento, el único país que especula acerca de que Europa podría ser objetivo de misiles es la Federación Rusa", sostuvo el portavoz de la OTAN, James Appathurai.

"No son bienvenidos"

"Esta clase de comentarios son de poca ayuda y no son bienvenidos", agregó en referencia de las declaraciones de Putin, que hicieron poco por reducir las tensiones entre Rusia y Occidente antes de la cumbre del G8 prevista para el miércoles en Heiligendamm, Alemania.

Se espera que durante la reunión se encuentren Putin y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.

En declaraciones a periodistas mientras se dirigían a la cumbre del G8, el consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Stephen Hadley, también indicó que los comentarios de Putin fueron "de poca ayuda".

"Nos gustaría sostener un diálogo constructivo con Rusia sobre este tema. Lo hemos tenido en el pasado", añadió.

La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, dijo a periodistas en camino a una conferencia diplomática en Panamá que la amenaza de Putin no influiría en Estados Unidos y que tales comentarios recordaban a la Guerra Fría.

"Esto es el 2007, no 1987"

"Esto es el 2007, no 1987", sostuvo. "Necesitamos dejar de lado la retórica (...) y darnos cuenta de que esto es Estados Unidos y Rusia (y) un período muy diferente", agregó.

Las reacciones en otros puntos de Europa reflejaron preocupación de que la disputa sobre el plan estadounidense se intensifique, pese a los esfuerzos de funcionarios de Estados Unidos por reducir los temores de Rusia.

Consultado en una conferencia de prensa por las declaraciones de Putin, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, indicó que abordaría el tema con el mandatario ruso en los márgenes del encuentro del G8.

"El pidió un diálogo franco y confiable. Por mi parte será franco", dijo a los periodistas sobre la planeada entrevista.

Moratinos pide a Putin que no eleve la tensión

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pidió ayer a Putin, que no "eleve la tensión" y opte por el diálogo para resolver la crisis abierta por el anuncio de Estados Unidos de instalar elementos de su escudo antimisiles en Europa del Este.

Moratinos, como presidente de turno de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), reaccionó así a la amenaza hecha por Putin.

En opinión de Moratinos, todas las cuestiones referidas a propuestas armamentísticas a gran escala deben ser discutidas en el marco de la OTAN y "dentro de un espíritu de no elevar la tensión y no crear mayor crisis".

En esta línea, hizo un llamamiento para "recuperar el espíritu de familia" entre los países miembros de la OSCE y abordar las cuestiones controvertidas "a través del diálogo y el buen entendimiento".

"La OSCE es un marco de creación de confianza y de respeto mutuo y el presidente de la OSCE lo que hará en todo momento es crear confianza y diálogo para que la seguridad y la cooperación en Europa se refuerce y no se incremente la inseguridad y la incertidumbre", dijo.