"La preocupación política por el corto plazo es perjudicial para el futuro de nuestras aves"

  • Josep del Hoyo, ornitólogo español, es una de las personas que más aves ha visto en el mundo, un total de 7.800 especies en 110 países.
  • Es autor de la obra más completa sobre el mundo de las aves, el 'Handbook of the Birds of the World', un referente a nivel internacional.
  • "Las aves son las mayores dispensadoras de semillas, forman parte de la polinización y sin ellas el ecosistema no se sostendría".
Josep del Hoyo en una colonia de pingüinos durante uno de sus viajes de observación de aves.
Josep del Hoyo en una colonia de pingüinos durante uno de sus viajes de observación de aves.
JOSEP DEL HOYO
Josep del Hoyo en una colonia de pingüinos durante uno de sus viajes de observación de aves.

Ornitólogo, médico, divulgador científico, son muchos los términos con los que se puede definir a Josep del Hoyo, ante todo un amante de las aves que ha dedicado la mayor parte de su vida al avistamiento y estudio de esta clase animal.

Aunque el interés por las aves le acompaña desde su infancia, hay un hecho que supuso un punto de inflexión en la vida de este médico rural de Barcelona, un viaje por África que inicia con 24 años en el que durante 13 meses pudo dedicarse enteramente al avistamiento de esta especie.

Es allí donde surge la idea de fundar junto a dos socios Lynx Edicions, una editorial dedicada a la naturaleza que hará posible la creación en 1989 de la primera y más completa obra sobre aves del mundo, el 'Handbook of the Birds of the World', una apuesta personal que se ha convertido en todo un referente a nivel internacional, presente en prácticamente todas las bibliotecas especializadas. Cuenta con dos millones doscientos mil suscriptores, entre los que están instituciones como la Biblioteca del Congreso estadounidense o los museos de Historia Natural de París, Londres y Nueva York.

Decide entonces dejar atrás la medicina y dedicarse enteramente a lo que había sido un hobbie para él. A día de hoy es una de las personas que más especies de aves ha visto en el mundo, 7.800, recorriendo en su búsqueda 110 países entre los que se encuentran lugares remotos de los cinco continentes. Una vida llena de esfuerzo y dedicación que le ha llevado a ser vicepresidente de la Sociedad Española de Ornitología durante 14 años y miembro del Consejo Mundial de Birdlife International, la asociación más importante del mundo en el estudio de aves, durante casi una década. Recientemente recibió el premio anual a la investigación que otorga la Sociedad Geográfica Española.

Ahora está inmerso en un nuevo proyecto, la Lista Ilustrada de Aves del Mundo, que elevará la cifra actual de aves en el mundo de 9.933 a 11.000.

¿En qué momento nace ese interés por el mundo de las aves?

Desde muy jovencito tuve interés por la naturaleza, me gustaba mucho ver los programas de Félix Rodríguez de la Fuente. Un día, mientras visitaba el parque nacional de Ordesa, coincidí con un observador de aves que despertó mi interés. Así comencé como aficionado, con unos 19 o 20 años.

¿Por qué es tan importante aquel viaje por África que realizaste con 24 años?

Antes del viaje yo era médico e iba a ver aves cuando podía, pero en África estuve 13 meses viendo aves prácticamente todos los días. Es entonces cuando me nace la idea de hacer una obra, una serie de libros grandes que cubriesen todas las aves del mundo.

¿Tuvo tu trabajo como médico rural alguna influencia en tu desarrollo posterior?

No creo, yo había estudiado medicina, aunque quería ser investigador, microbiólogo concretamente. En realidad en algo se parecía, aunque luego lo cambié por “macrobiólogo”, con bichos más grandes, las aves en concreto. Tuve la oportunidad de que mi hobbie se convirtiese en mi trabajo.

¿Cómo definirías el ‘Handbook of the Birds of the World' (HBW)?

Es una obra muy grande, pero no en sentido metafórico, son siete volúmenes de 800 a 900 páginas cada uno, ¡estamos hablando de 85 kilos de libro! Su importancia a nivel internacional se debe a que ha sido la primera obra en tratar todas las especies de una clase animal una por una, con todo lo que se sabe, ilustrándolas, poniendo mapas de distribución…

Ahora dais un paso más con la publicación de la ‘Lista Ilustrada de Aves del Mundo'.

El Handbook nos llevó desde el 89 al 2013, estamos hablando de 24 años. Por ello cuando acabamos muchas cosas estaban desactualizadas, sobre todo la taxonomía, la clasificación de las especies, ya que han avanzado mucho los estudios genéticos. Con esta lista ilustrada, hecha en conjunto con Bird Life International, se pone al día todo el contenido. Hemos creado además el 'HBW Alive', una obra audiovisual, con más de 70.000 vídeos, fotografías, sonidos de los cantos...  Que permite además a la gente apuntar sus propios registros y observaciones.

¿Crees que ha tenido alguna influencia este trabajo en la forma en que se valora el mundo de las aves hoy en día?

Creo que ha ayudado a que muchas más especies estén presentes en los sitios de estudio ornitológico, y eso también ha hecho poner una cierta atención, desde el punto de vista de la conservación, en especies que hasta ahora, por ser de países que no se preocupaban mucho o de un grupo de aves que no eran de los más atractivos, no estaban valoradas.

¿Qué importancia tienen las aves en nuestro entorno?

La importancia de las aves es la importancia de la naturaleza en general, porque el hombre, por más sabio y dueño de todo que se crea, depende de la naturaleza. Hay dos aspectos fundamentales: por un lado son las mayores dispensadoras de semillas, forman parte de la polinización, y sin ellas el ecosistema no se sostendría. Y por otro lado son las mejores indicadoras de la naturaleza. Esto tiene una metáfora en la historia de la minería: los mineros llevaban consigo un canario a la mina, ya que estos pájaros se veían afectados por  los gases perjudiciales antes de que afectaran al hombre, y dejaban de cantar. Ahora mismo nos están indicando los problemas del cambio climático, los problemas de la polución ambiental…

De las especies que has visto desaparecer desde que comenzaste en esto, ¿cuál es la que más te ha dolido?

Es terrible porque ahora estamos en el período más intenso de extinciones, y no de aves, sino de todas las especies. La acción del hombre, que es muy descuidada, está mostrando un poder destructivo mayor y más rápido que el del enorme meteorito que acabó con los dinosaurios. A mí me gustan todas las aves, pero siento una especial atracción por los carpinteros. Había dos especies que eran mucho más grandes que todas las demás especies conocidas, uno en Norteamérica y otro en México, de medio metro de tamaño. Cuando yo empezaba todavía estaban vivas, pero ya eran muy difíciles de ver. Mi gran ilusión habría sido conocerlos.

¿Qué medidas crees que se deben tomar para cuidar más a nuestras aves?

El problema es que la acción del hombre depende de los gobiernos, y los gobiernos son los políticos, y los políticos tienen una preocupación por el corto plazo que hace que no se estén tomando medidas cuyos efectos positivos se verían a 20 o 50 años vista. Por eso nos estamos cargando la Amazonia y el clima del planeta… Por unos intereses económicos, que además no son de toda la especie sino de ciertos grupos, estamos consumiendo la naturaleza a un ritmo insostenible, y eso lo acabará pagando el hombre. ¿Qué habría que hacer? Ser muchísimo más fuertes legislando y proveyendo de recursos económicos la conservación. Si miramos los presupuestos de cualquier país, la protección del medio ambiente siempre es lo último de la fila, porque no les da los intereses suficientes a los políticos.

Has recorrido 110 países y has visto 7.800 aves de las 11.000 que se recogen en tu libro. ¿Cuál es la experiencia más destacable de toda esta vida de búsqueda constante?

Gracias a las aves he conocido muchas otras cosas, he visto montones de mamíferos, lo cual me ha permitido llegar a impulsar una nueva guía ilustrada sobre este grupo animal al que pertenece el hombre, pero también plantas, paisajes, pueblos, culturas… Las aves me han dado la energía y la excusa de conocer el mundo, un mundo que es es mucho más que las aves.

¿Qué ave es la que más te ha costado ver?

Muchas. Hay aves que he buscado muchas veces sin encontrarlas y tras 15 años de ir tras ellas lo he conseguido. Hace dos años conseguí ver un ave que está en gran peligro de extinción, el loro terrestre más grande que existe. Se llama Kakapo, y gracias al trabajo del Handbook y a la implicación en conservación con BirdLife International, conseguí permiso para ir a uno de los santuarios en Nueva Zelanda donde se conserva.

¿Quedan especies por descubrir?

Sí, todavía quedan algunas. La gente pensaba que ya se habrían descubierto todas porque la gran masa de descripciones se produjo en el siglo XIX, y a partir de ahí se frena mucho. Pero las mejoras técnicas y las mayores facilidades que tenemos hoy para llegar a sitios más remotos están permitiendo que todavía se describan entre dos y tres especies al año de promedio. Lo que es seguro es que ya conocemos más del 99% de las especies.

¿Qué nuevas metas pones a una carrera tan productiva?

Mi principal objetivo ahora es acabar la Lista Ilustrada de Aves del Mundo. Aunque una vez acabada el trabajo sigue, queremos hacer nuevas ediciones y seguir creciendo y añadiendo tecnología y funcionalidades al Handbook Alive, la versión digital de la obra. Además estamos haciendo cosas con mamíferos y con mariposas, pero es algo que ya no llevo yo tan personalmente. Mi dedicación son las aves.

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