Los índices de diabetes en el distrito Málaga-Coín-Guadalhorce superan el seis por ciento de la población general. En concreto, alcanza al 29,08 por ciento en las personas mayores de 75 años y al 8,2 por ciento de las mayores de 18 años. Así se extrae de los informes asistenciales reales que se han presentado durante las III Jornadas Nacionales de Diabetes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) en la capital.

Según estos datos, la población diabética de este distrito presenta una prevalencia similar a los estudios existentes, y destaca que un tercio de la misma es mayor de 75 años y que no existen diferencias entre medio urbano y rural. El doctor Antonio Hormigo, presidente del Comité Organizador, ha destacado durante las jornadas que aproximadamente un 35 por ciento de las consultas de Primaria en Málaga tienen que ver con la diabetes o sus comorbilidades.

"Hay que tener en cuenta que un tercio de los diabéticos son mayores de 75 años y que, por tanto, sufren otras patologías añadidas a la propia diabetes. De la cifra global de diabéticos mayores de 18 años, el 50,7 por ciento es varón y la edad media de los mismos es de 67,07 años", ha afirmado.

Durante este pasado viernes y sábado se han reunido más de 250 médicos en unas jornadas cuyo objetivo principal es "proporcionar una visión integradora de la persona con diabetes, así como actualizar los conocimientos, revisar las intervenciones más efectivas en el control de la enfermedad y estudiar los nuevos tratamientos", según el doctor Hormigo.

Médico de familia y prevención

La principal función del médico de familia es intentar prevenir el desarrollo de la diabetes, que tiene una estrecha relación con el sobrepeso y la obesidad —el 80 por ciento de los diabéticos la padece—, por tanto, según ha señalado Hormigo, todas las medidas encaminadas a controlar el peso deben ser el hilo conductor de las intervenciones tanto del médico como del personal de enfermería, teniendo especial atención a los niños en intentar inculcar hábitos de vida saludable en alimentación y ejercicio.

Esta labor implica concienciar a la población de la modificación de hábitos de vida saludables, aconsejar la dieta mediterránea con consumo de aceite de oliva y la realización de ejercicio.

Para poder detectar la presencia de una posible diabetes, las pruebas indicadas para la población general es la realización de una glucemia basal en ayunas como determinación principal, sobre todo si presentan sobrepeso asociado.

Programa práctico y actual

Durante estos dos días, según ha señalado el doctor José Mancera, presidente del Comité Científico, se han tratado temas de actualidad en el proceso de atención a la diabetes, como las novedades que llegarán próximamente en relación con las insulinas, la seguridad cardiovascular de los distintos tratamientos para la diabetes, el abordaje de la glucemia dentro del contexto de los diferentes factores de riesgo cardiovascular o la simplificación en el tratamiento global del paciente con diabetes.

Los talleres de la jornada de este pasado sábado se han dedicado a temas prácticos, del día a día al que se enfrenta el médico de familia, contando con la participación activa de los asistentes.

Entre ellos, la modificación de los estilos de vida como acompañante en todas las fases del tratamiento de la diabetes, el papel que juegan los GLP1 en las personas con diabetes atendidas en las consultas de atención primaria, las herramientas para tratar de mejorar el cumplimiento terapéutico y las habilidades para afrontar los pasos siguientes a la insulinización basal.

La prevalencia de la diabetes tipo 2 aumenta con la edad, de tal manera que al menos una de cada tres personas mayores de 65 años es diabética. En este aumento influyen tanto factores genéticos como derivados del envejecimiento de las células beta del páncreas productoras de insulina y del aumento de resistencia a la insulina que se produce en las personas ancianas por aumento de la masa grasa y perdida de la masa muscular.

Otras causas son el sedentarismo asociado al envejecimiento, la alimentación a veces monótona y rica en hidratos de carbono del anciano y la toma de medicamentos que aumentan la posibilidad de presentar una diabetes.

"Cuanto más formado esté el médico de atención primaria, cuantos más conocimientos y habilidades relacionadas en el manejo de las personas con diabetes, mayor beneficio para los pacientes y mayor calidad de vida para todos nuestros ciudadanos", ha explicado el presidente del congreso, concluyendo en que "solo con medidas destinadas a frenar la obesidad y el sedentarismo podremos hacer que se invierta la tendencia".