El portavoz del Gobierno griego, Gavriil Sakelaridis, ha afirmado que la intención del Ejecutivo es avanzar en las negociaciones con los socios europeos y no llegar a la situación de plantear un referéndum si no se alcanza un acuerdo, aunque destacó que este escenario puede producirse.

"Si las cosas llegan a un punto muerto, a un callejón sin salida, algo que no deseamos y pondremos todo de nuestra parte para que no suceda, esta solución es posible aunque nuestro objetivo es que no lleguemos a este punto", dijo Sakelaridis en declaraciones a la radio local Vima FM.

Sobre la cuestión que se plantearía en caso de celebrarse un referéndum, el portavoz del Gobierno señaló que estará relacionada "con los puntos que nos llevaron a un callejón sin salida" y puso como ejemplo que los acreedores pidiesen a Grecia aplicar "algunas medidas de austeridad".

En tal caso aclaró que, en un plano hipotético, la pregunta debería hacerse sobre la implementación o no de estas medidas.

Respecto a los problemas de liquidez que afronta el país, Sakelaridis recalcó que de momento el Gobierno ha conseguido el dinero y está cumpliendo con cada obligación.

Fuentes del ministerio de Finanzas aseguraron que Grecia pagó al Fondo Monetario Internacional (FMI) 348 millones de euros correspondientes al segundo tramo del préstamo que debe abonar a este organismo en marzo.

"El deber del Gobierno y del Ministerio de Finanzas es que haya dinero cada vez que sea necesario devolverlo a los acreedores o para pagar salarios, pensiones y gastos relacionados con el buen funcionamiento del Estado", apuntó.

Añadió además que el Gobierno prepara un borrador de ley sobre las deudas morosas para "mejorar la liquidez y responder a uno de los mayores problemas de la economía y la sociedad griega".

Sobre la colaboración entre el Gobierno griego y la OCDE, Sakelaridis señaló que pidieron ayuda a este organismo por la experiencia que tiene asesorando a otros países y "para facilitar y promover el proyecto de reformas" propuesto por el Ejecutivo.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el secretario general de la Organización Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano José Ángel Gurría, firmaron ayer un acuerdo para que la organización ayude a Grecia a poner en marcha las reformas programadas.